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El miércoles 6 de enero pasado, los compañeros del Polo Obrero (T) de Boulogne realizaron su primera olla popular, ayudando a varias familias acosadas por el hambre.
La realización de la olla fue discutida en las asambleas del Polo de Boulogne. Se discutió la actividad en conexión con la situación política. La conclusión fue que, en este 2021, la crisis capitalista se va a ir agravando y que el intento del gobierno de Fernández de acudir al rescate del capital marca un panorama de más pobreza y hambre para los trabajadores. Pero ese es un aspecto. El otro es que, frente a este rumbo, hay sectores obreros que se levantan y que podrían ser el síntoma de una clase obrera que pasa a la ofensiva, como el triunfo de la huelga de los aceiteros y de los mineros de Loma Negra, que lograron derrotar a las patronales más poderosas del país, imponiendo sus reclamos. Lo cual marca que es necesaria una organización activa de la clase obrera en este momento, para enfrentar a la alternativa patronal y poner en la agenda nacional los reclamos de los trabajadores.
Entendiendo ese rumbo, los compañeros discutieron y votaron la realización de la olla popular en el 2021. En las asambleas se discutió, además, la organización de la actividad, cuál responsabilidad tomaría cada compañero para su sostenimiento, dividiendo tareas de la maneras más óptimas, desde la difusión de la actividad por el barrio a la preparación y cocina de los alimentos.
La presencia de la organización dentro del barrio es muy positiva, porque marcó un rumbo a los vecinos del barrios, ya que la olla no sólo funcionó como una ayuda asistencial para afrontar la crisis, sino que estuvo asociada a un programa y a la necesidad de organizarse en un polo político, con el objetivo enfrentar la miseria que nos da el capitalismo y de la necesidad de superarlo.
