Escribe Emiliano Monge
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Ecuador celebrará elecciones legislativas y presidenciales el 7 de febrero próximo. Lenin Moreno fracasó en la gestión de la crisis sanitaria y la economía está quebrada. De la población económicamente activa -8 millones de trabajadores-, 5,2 millones sobreviven en el desempleo, subempleo e informalidad.
Lenin Moreno no ha podido presentar siquiera presentar un candidato propio. Tres candidatos aparecen por delante del resto. Andrés Arauz (Unión por la Esperanza), que viene del correísmo, tiene un 36% de intención de voto, seguido por Guillermo Lasso (CREO-Partido Social Cristiano) con 30%, y Yaku Pérez (Pachakutik, movimiento indigenista liderado por la CONAIE) con el 13%. Hay segunda vuelta.
Arauz fue ministro de Correa, a quien a una condena por corrupción le impidió ser candidato a vicepresidente. Asegura que va a anular el acuerdo firmado por Moreno con el FMI.
Lasso es un reconocido banquero ecuatoriano que se había presentado en dos ocasiones. Por último, Yaku Pérez plantea impulsar desde el gobierno microemprendimientos en agroecología, producción orgánica, artesanías, textilería y gestión cultural.
El problema de la deuda externa es acuciante: Ecuador “reperfiló” la deuda, a una tasa del 9,85% anual (eltelégrafo, 23/1). La deuda pública de Ecuador equivale al 65,3% del Producto Interno Bruto (PIB). Entre amortización de capital e intereses en los próximos cuatro años (2021 y 2025) hay que pagar USD 39.095 millones o el equivalente al 36,8% del Producto Interno Bruto (PIB).
Ecuador firmó en septiembre pasado un acuerdo financiero con el FMI por $ 6.500 millones para 27 meses. A finales de mes, el Gobierno tiene previsto entregar una reforma legal al Código Monetario y Financiero, que le daría autonomía al Banco Central. Para muchos el objetivo de esa reforma es “privatizar el Banco Central”. Esta ley, de acuerdo al ministro Mauricio Pozo (Economía y Finanzas), está orientada a preservar la dolarización de la economía ecuatoriana.
La Corporación de Desarrollo Financiero de Estados Unidos (DFC) ofreció un financiamiento de hasta USD 3.500 millones, para evitar acuerdos con la banca estatal de China por USD 2.400 millones, y la adhesión de Ecuador a la Ruta de la Seda y la tecnología de Huawei.. Hay además una disputa por la operación de Sacha (Bloque 60), un campo petrolero que produce 67.712 barriles diarios, que disputan, entre otras, la estadounidense Baker Hughes y la china CERG/MIE (Primicia).
El FMI dice que “el país necesita continuidad, lo que significa un ordenamiento fiscal, transparentar las operaciones, mantener deuda barata, promover inversión privada”.