SUTEBA La Matanza: la rebelión contra la “presencialidad” en pandemia

Escribe Mariano Hermida

Tiempo de lectura: 6 minutos

Con la participación de casi 500 docentes se realizó la primera asamblea del año del SUTEBA de La Matanza. El tema excluyente fue qué posición debía fijar el sindicato ante la decisión del gobierno de retomar las clases presenciales, en medio de un rebrote de covid internacional.

La asamblea dejó un pronunciamiento prácticamente unánime de parte de los más de 50 docentes que tomaron la palabra para rechazar las clases presenciales, por no existir ninguna condición “segura” para retornar a las escuelas. “Sin vacuna, no podemos volver”, “nos están mandando al matadero”, “no tenemos que empezar”, fueron expresiones recurrentes de las intervenciones. No hay registros cercanos de que se hayan reunido casi 500 compañeros en una asamblea a principios de Febrero. Es una muestra concreta de que existe una disposición a brindar una lucha decidida en defensa de la vida y la salud de los trabajadores de la educación.

Otro aspecto distinguido de la asamblea fue que participó un sector importante de activistas independientes y de la base. La agrupación celeste que dirige el gremio a nivel provincial boicoteó la asamblea y no asistió, en una clara demostración de que Baradel y compañía no quieren verse denunciados por el acuerdo que arreglaron con Larreta y Kicillof. El ‘cambio generacional’ que La Cámpora pretende representar en el peronismo, es un retroceso al menemato.

Debate

En el transcurso de la asamblea se produjo un debate importante. La moción que presentó la secretaría general al inicio de la misma fue la siguiente: “El gobierno es responsable de garantizar las condiciones sanitarias, edilicias y laborales para que sea posible un regreso paulatino a la presencialidad segura. No a la imposición de presencialidad sin condiciones adecuadas, que ponen en riesgo a la comunidad educativa”.

Es muy claro que a la resolución le falta algo fundamental: ¿empezamos las clases en las fechas establecidas por Kicillof, sí o no? Las “condiciones sanitarias, edilicias y laborales”, que se presentan como un interrogante, son sin embargo conocidas – basta prender C5N, que no difiere de TN, como tampoco difieren Acuña y Trotta. La directiva de la seccional, una mesa que integran el FIT y el PCR (K), evitó una resolución clara y neta. Empezamos las clases, ¿si o no? En diversas provincias, las asambleas respondieron sin vuelta al interrogante y votaron NO. Mirado desde lo concreto, la resolución tiene una ambigüedad calculada, que fue precedida por el llamado a ir con todo por la ‘presencialidad’, para que Google y Facebook no impongan el teletrabajo y la virtualidad.

Los oradores del oficialismo de Tribuna Docente fueron mucho más claros que la resolución que puso a votación la secretaría general. Hicieron eje en conformar comités de seguridad e higiene “para garantizar las condiciones” de la apertura de las escuelas. Varios asambleístas hicieron notar que esa no era responsabilidad de estos organismos, sino del propio Estado. Los sindicatos adhieren o se oponen a las condiciones de seguridad e higiene existentes. Si se oponen deben plantear el no inicio de clases. Pero esto era lo que la resolución oficial quería evitar.

La burocracia celeste del gobierno también habilitó el regreso a clases presenciales sobre la base de que “cada escuela” decida. Sería un no inicio salteado: en la mayoría de las escuelas sí, y las otras que se arreglen solas. Este método no es propio de un sindicato, es propio de la ausencia de sindicato. La Marrón (PTS) señaló que oponerse a dar clases presenciales era un “reclamo corporativista” de los docentes y que no podíamos “alejarnos de la comunidad” que necesita “mandar a sus hijos a la escuela”. Para el PTS, Suteba debería afiliar a los padres de los alumnos al sindicato. Defiende el “comunitarismo” contra lo que sería, no sindicalismo, sino una corporación de intereses creados. Con este criterio, la UTA y el Subte deberían afiliar a los pasajeros, y los trabajadores de supermercados a los clientes. La “soberanía del consumidor” ha sido, sin embargo, la consigna de guerra del neo-liberalismo contra los sindicatos. El planteo del PTS blanquea la posición de la Directiva: ‘peleemos la higiene y la seguridad mientras damos clases’. El PTS plantea la ‘presencialidad’ desde marzo de 2020, lo mismo el aparato oficial del PO, aunque con mayores vacilaciones. La UIA, el clero y la Asociación Empresaria Argentina han sostenido lo mismo, también desde el comienzo. Lo del PTS tiene un tinte de perfidia que no se puede soslayar – es el partido de ‘nuestras vidas o sus ganancias’, antes del coronavirus, y el partido de ‘demos vuelta todo’, que propone seguir como si nada.

En ninguna intervención las agrupaciones del FIT U fijaron posición por el rechazo a la presencialidad en pandemia, y tampoco mocionaron ninguna formulación que incluya la huelga o el no inicio, siquiera en términos potenciales o preparatorios. Por seguridad e higiene, pero sin plan de lucha.

Nuestra intervención

Los compañeros y compañeras que intervinieron por la Tendencia de Tribuna Docente señalamos que no nos encontramos ante un debate entre presencialidad vs virtualidad, sino entre la defensa de la vida de los trabajadores y la propagación de contagios. . Denunciamos que la ‘presencialidad’ ha fracasado en todos los lados, porque las aperturas fueron seguidas de cierres, y otras nuevas fueron intermitentes y salteadas, o sea incompatibles con la enseñanza entendida en serio. En Brasil y Estados Unidos se desarrollan huelgas en los principales estados federales. Señalamos, por lo tanto, que la ‘presencialidad’ no responde a un interés “pedagógico” o de “socialización”, sino a reintroducir la escuela, incluidas, por sobre todo, las privadas y confesionales, dentro del engranaje capitalista de la nueva “normalidad”: las ganancias antes que la vida. Rechazamos la idea de “presencialidad segura” que difunde la burocracia sindical, ya que las dos principales condiciones para ello - baja circulación del virus y vacunas -- no existen. Sobre esta base hemos planteado organizar el no inicio de clases presenciales, que es lo que ya han votado las asambleas de docentes auto convocados de Salta y Tucumán. Nuestra moción, recogida de otras propuestas, fue: “En defensa de la vida y la salud, con presencialidad en pandemia y sin vacunas, no iniciamos”.

La asamblea finalmente votó un paquete general que incluye una jornada de movilización el día 12-2 al Consejo Federal de Educación, cuando los ministros del área se reunirán a modificar el semáforo “epidemiológico”, el reclamo de que las jornadas institucionales del 11 y 12 se hagan de manera virtual (impulsado por nuestra Tendencia previamente en la directiva del gremio) y la convocatoria a un plenario de delegados con mandato para la semana del 22/2, tanto seccional como provincial junto a los Sutebas Multicolor.

El debate que se desenvolvió en la asamblea quedó reflejado en dos mociones que se votaron por separado. La acordada por el FIT-U y el PCR, modificando la inicial (ver diferencias) fue: “El gobierno es responsable de garantizar las condiciones sanitarias, edilicias y laborales para que sea posible un regreso a la presencialidad sin riesgos. No a la imposición de presencialidad sin condiciones adecuadas, que ponen en riesgo a la comunidad educativa”. El “regreso paulatino” y “presencialidad segura” fueron retirados y suplantados por una “presencialidad sin riesgos”. O sea “presencialidad sí”, pero “sin riesgos”. No se trata, sin embargo, de ‘riesgos’, que hacen a la condición humana, sino de certezas, en este caso la probabilidad (elevada) de contagios que se viralicen en las familias, cuando el propio virus sufre mutaciones, y cuando varias vacunas ‘probadas’ al 95%, muestran ahora que no superan el 10.

La manipulación de las palabras y los textos no disimula que asistimos a una confrontación política, que gira en apoyar la ‘nueva normalidad’, con todo el daño que implica a la salud y la vida, o en combatir esa ‘nueva normalidad’, precisamente para que “los capitalistas paguen la crisis”, incluida la necesidad de proceder a la expropiación de los bancos y los grandes recursos industriales.

En estas circunstancias y con la presencia de 290 compañeros (en su mejor momento hubo 480) la moción del FIT-U y el PCR obtuvo 168 votos, y la que impulsaron nuestra Tendencia y otras agrupaciones multicolor, que obtuvo 70 (el 30% de la asamblea). Por la confusión generada el resto de los 52 presentes no emitieron su voto.

La votación en conjunto del FIT-U y el PCR, que es aliado del gobierno y de la burocracia celeste en Suteba, ha mostrado a un frente por el regreso a las clases presenciales “sin riesgos”, para oponerse al “No inicio” – en realidad a la continuación de la ‘cuarentena’ educativa que los docentes han impuesto mediante la lucha desde el comienzo de la pandemia.

En la asamblea primó un ambiente de rechazo de plano a la presencialidad y a favor de la huelga, que la resolución vencedora refleja en su tentativa de ambigüedad. Los docentes estamos atravesando una experiencia histórica. No sólo es el mejor legado que dejamos a los alumnos y las familias, sino que puede convertirnos en columna política del movimiento obrero.

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