Estatales de provincia de Buenos Aires: paritaria exprés a la baja

Escriben Alicia González y Hipólito Demo

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De forma exprés y a espaldas de los trabajadores, el consejo directo provincial de ATE y las seccionales alineadas con la Verde acordaron con el gobierno y cerraron las paritarias. El aumento -aceptado de manera inconsulta, sin plenarios ni asambleas en donde los estatales pudiéramos fijar posición ante la oferta oficial- lleva el salario de una categoría media (categoría 10) a $34.670, por debajo de la canasta de pobreza, hoy en $57.997 para una familia con dos hijos.

Se debe agregar que el acuerdo confirma el abandono del reclamo de la recuperación del casi 40 % perdido con el Gobierno de Vidal además de otros reclamos, como la lucha contra la precarización laboral y las tercerizaciones de servicios en los organismos del Estado, o los despidos que siguen vigentes en el Ministerio de Educación y demás organismos.

Este acuerdo ya no nos sorprende, dado que desde la asunción del gobierno de los Fernández y Kicillof, la dirección de ATE ha abandonado toda pose de combatividad, integrándose al gobierno; en los hechos y desde lo discursivo, ha pulverizado toda fachada pseudo democrática que otrora quiso montar.

En la región Capital (La Plata, Berisso y Ensenada) se convocó a plenario de delegados recién 72 horas después de haber firmado, con dos horas de anticipación y sin notificar a la totalidad de los delegados. ATE Verde le da un curso anti democrático al sindicato para evitar cualquier enfrentamiento de los y las estatales con la política gubernamental de achatamiento salarial.

La integración de nuestro sindicato al gobierno la pagamos con nuestros sueldos pauperizados, la pérdida y/o la obstaculización de las licencias, y la falta de herramientas adecuadas de trabajo durante la no presencialidad, recayendo el gasto en nosotros y nosotras.

Un gobierno cuya principal preocupación es el pago a los acreedores externos y el FMI o desviar fondos de nuestra Obra Social, IOMA, para subsidiar a las clínicas privadas mientras los trabajadores de la salud pública le dan batalla a la pandemia del COVID con sueldos de hambre, sin recursos y sin haber sido vacunados en su totalidad.

En tanto, el gobierno que apoya e integra ATE, impone la vuelta a las escuelas con la presencialidad que expone a la enfermedad a los docentes y a toda la comunidad educativa sin vacunar, siendo esto un paso previo para el retorno presencial de todos los y las estatales sin ninguna previsión ni plan de vacunación masiva.

Es necesario que las juntas internas y delegados fijen posición sobre lo ocurrido y convoquen asambleas. Esta situación solo podrá ser revertida con una fuerte movilización del conjunto de los estatales bonaerenses que plantee la inmediata reapertura de las paritarias, salario mínimo igual a la canasta básica total, calculada hoy en más de 100 mil pesos; pase a planta permanente de todos los precarizados y que imponga una defensa incondicional de nuestra vida, la de nuestras familias y la de la comunidad ante la pandemia. Esto es, sin vacunas no volvemos.

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