Frente a la segunda ola en Rosario y el Cordón: resguardemos la salud y la vida de estudiantes y docentes

El país entero esta siendo golpeado por la “segunda ola” del Covid-19. En Rosario y la región se han duplicado los contagios en los últimos 15 días. La llegada a cuentagotas de las vacunas a la provincia deja en claro que esta nueva etapa tendrá que ser atravesada sin una inmunización de la mayoría de la población.

Panorama educativo

Tanto en la Universidad como en los establecimientos secundarios y terciarios las clases comenzaron mediante el esquema bimodal presencial y virtual. Apalancados sobre las declaraciones de la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, la cual señalo que no hay contagios en escuelas y luguares de trabajo, el rector de la Universidad Nacional de Rosario Franco Bartolacci anuncio la vuelta a la presencialidad de las clases en todas las unidades académicas.

La reincorporación progresiva de docentes, becarios, tesistas, no docentes y el ingreso de los colegios pre-universitarios que dependen de la UNR, ha sido sin tener a siquiera menos de la mitad de los docentes vacunados. Ni hablar en este caso del estudiantado, que ya ha asistido a exámenes y clases presenciales mediante la “protocolización” de la cursada, que consiste en algunos elementos higiénicos cuando Rosario ya ha formalizado la circulación de las nuevas cepas de Manaos y Gran Bretaña, más letales y contagiosas.

Frente a una población universitaria no inmunizada, los protocolos de higiene y distanciamiento aparecen como una bomba de tiempo en las manos de las autoridades, responsables del deterioro edilicio de la mayoría de las unidades académicas, con aulas abarrotadas, sobrepoblación, edificios sin refaccionar, etc. No solo el estudiante y el docente corren riesgos al interior del establecimiento educativo, sino que ya el transporte publico se ha convertido en un foco de contagio, cuando el Intendente Pablo Javkin en conjunto con todo el arco político de la Ciudad sancionaron la “Emergencia en Transporte” que significo el recorte de cientos de unidades, y por ende, la falta de frecuencias, unificación de líneas y superpoblación al interior de los colectivos.

Secundarios: una bomba de tiempo

La situación de los secundarios en la región es mas grave aún. Ya desde el mes de Marzo donde se reincorporaron los 5to y 7mo año, 6 escuelas tuvieron que ser cerradas en San Lorenzo por contagios de Covid. Luego de la reincorporación del grueso del estudiantado en “burbujas”, la situación se agravo de manera exponencial.

El 42 % de las escuelas de Rosario tienen burbujas aisladas, mientras que los docentes tienen que lidiar con aulas de hasta 80 alumnos separados en 12 o 13 de las ultimas. Cabe destacar que la Provincia no ha creado un solo cargo para paliar esta situación. La infraestructura escolar se ha demostrado obsoleta, cuando un virus que tiene circulación aérea se encuentra con escuelas sin ventilación ni agua. La presencialidad en este sentido es un despropósito por donde se lo mire.

Luchemos por recursos para garantizar la virtualidad

La virtualidad en manos de las autoridades educativas de la Provincia ha sido desastrosa. El rectorado de la UNR, una coalición entre sectores de la Franja Morada y el PJ no garantizo equipamientos técnicos, wifi, ni los recursos mas elementales para garantizar la conectividad de cientos de alumnos y docentes. Los estudiantes secundarios vivieron un proceso similar, en el cual los mas damnificados fueron los estudiantes de los barrios periféricos. Familias con varios chicos en edad escolar tuvieron que atravesar todo el año con un solo celular. El resultado de esto ha sido una deserción masiva y la perdida del vinculo pedagógico.

Dese la UJS-Partido Obrero Tendencia nos oponemos a la presencialidad en este marco. Entendemos que, en pandemia, con la llegada de la segunda ola, nuevas cepas y sin vacunas, no hay camino allanado para la presencialidad. Frente a la imposición de las autoridades, es necesario poner en pie una amplia deliberación entre los claustros, en la que docentes y estudiantes podamos discutir como garantizamos el acceso a una virtualidad efectiva para que ninguno compañero quede afuera.

El recrudecimiento de la pandemia y la desidia del gobierno provincial y las autoridades educativas impone la necesidad de organizarnos. La FUR y los centros de estudiantes han sido impotentes frente a este proceso y se colocan de manera vergonzante en la línea de la “vuelta segura” en el momento mas duro de la pandemia. De manera lamentable, las fuerzas del FIT U se han sumado a esta linea que tiene a la UIA, a los rectores y al gobierno nacional como máximos defensores.

En la universidad, los secundarios y terciarios debemos exigir becas de conectividad para alumnos y docentes. Que el gobierno provincial y las gestiones educativas asuman los costos de la virtualidad de manera integral. Creación de cargos docentes y aumento salarial inmediato para la docencia de acuerdo al costo de la canasta familia. Es urgente para el movimiento estudiantil de la región abrir una deliberación en asambleas para conquistar estas reivindicaciones.