Escribe Agrupación Naranja (Tendencia) de Docentes Universitarios
Frente a la entrega de la burocracia, profundicemos el plan de lucha de los docentes universitarios.
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Con el rechazo en soledad de la CONADU Histórica, la burocracia sindical que conduce la mayoría de las federaciones de docentes universitarios (FEDUN, FAGDUT, CONADU, UDA, CTERA) firmó la paritaria propuesta por el gobierno nacional, convalidando así un nuevo retroceso de nuestros salarios.
El supuesto "aumento" en realidad constituye un ajuste: un 35% en 5 cuotas no acumulativas que terminaríamos de cobrar en febrero de 2022, frente a una inflación proyectada de casi el 60%. Los $1.000 mensuales por conectividad son una burla frente a los gastos que hoy implican la enseñanza virtual.
La entrega de la burocracia se da, no obstante, en un río revuelto. El descontento de la docencia universitaria y preuniversitaria es enorme en todo el país, debido al deterioro sostenido de nuestros ingresos, a la degradación de nuestras condiciones laborales en la virtualidad y a las intentonas de retorno a la presencialidad en pandemia, sin tener en cuenta la vida y la salud de los estudiantes y trabajadores de la educación. La firma se ha perpetrado a espaldas de los reclamos de las bases. La CONADU, por ejemplo, ha avalado la miseria del gobierno a pesar del rechazo votado en muchas de sus asociaciones de base (Rosario, Río Cuarto, Mar del Plata, Córdoba, La Rioja, Gral. Sarmiento, Moreno, Centro, entre otras). También los docentes autoconvocados de la Universidad de Villa María rechazaron la oferta.
Frente a esta situación, el plenario de CONADU Histórica resolvió dar continuidad al plan de lucha tratando de acordar con esas asociaciones y autoconvocados que quieran seguir impulsándolo. Paradójicamente, y aún sabiendo que las otras federaciones firmarían pocas horas después, el plenario no votó ninguna medida concreta para continuar el plan de acción, rechazando las propuestas de paro que llevaron algunas asociaciones. Es que, a pesar de rechazar la oferta miserable del gobierno, en la conducción de la federación prima una tendencia conciliadora con éste, que se da de bruces con las necesidades apremiantes de la docencia.
La gestión capitalista de la pandemia ha demostrado brutalmente que la prioridad del gobierno y de la oposición derechista continúa siendo el pago al FMI y colaborar con la "nueva normalidad" que reclama el gran capital, a costa de la vida y la salud de los trabajadores.
Desde la Agrupación Naranja-Tendencia consideramos que es necesario proseguir y profundizar el plan de lucha, promoviendo medidas de fuerza e instancias de coordinación con los docentes autoconvocados y de las otras federaciones.
Los trabajadores de la salud de Neuquén marcan el camino: para quebrar el techo salarial y mejorar nuestras condiciones de trabajo, hay que impulsar la huelga y la solidaridad de los trabajadores.