Rosario: trabajadores de la cultura y artistas frente a las restricciones

Escribe Aixa Ivón

Tiempo de lectura: 3 minutos

A raíz de las nuevas restricciones y la catástrofe sanitaria en la provincia de Santa Fe, los trabajadores del arte y la cultura de la ciudad vienen organizándose para enfrentar las consecuencias que representa en los hechos la política de Javkin y Perotti – artistas sin trabajo ni ingresos.

Ambos gobiernos, municipal y provincial, amparados en los DNU presidenciales, son quienes gestionan el fracaso de la orientación capitalista de la pandemia. Lo demostraron a partir del lineamiento aperturista en defensa de la circulación del capital en detrimento de la salud de la población a principio de año. La defensa de la “normalidad" en pandemia para sostener esos beneficios ha desembocado en el panorama actual, con niveles alarmantes de contagios y un sistema de salud colapsado. Bajo estos intereses políticos es que en principio se canceló la actividad artística. Quienes no representen un lucro en el engranaje del Estado, no merecen su contemplación. El caso más evidente es la suspensión de las ferias independientes mientras se sostiene la apertura de aquellas que retribuyen económicamente al municipio.

Bajo la batuta de los gobiernos, las restricciones a la cultura pretenden el cese del trabajo artístico sin una alternativa que permita a los artistas sustentarse económicamente, del mismo modo que se enuncian encierros ´estrictos´ sin IFE ni subsidios para el sostenimiento de los trabajadores precarizados.

A los y las compañeras que han continuado con su actividad, la municipalidad ha respondido con la represión y el hostigamiento. El Estado que no ampara a los trabajadores con nada frente a las restricciones, les brinda violencia a quienes intenten sobrevivir.

La lucha que reinicia

La pretensión de mandar a guardar a los artistas sin garantías económicas tuvo patas muy cortas. A raíz de las primeras medidas restrictivas que apuntaban a la actividad cultural y artística, una cantidad de colectivos se han convocado en las calles. Las primeras respuestas de lucha se fueron dando de manera aislada hace más de un mes. Pero, con un nuevo proceso de lucha que comenzaba a abrirse, es que se ha conformado una multisectorial de cultura. A su vez algunos colectivos artísticos reflotaron las asambleas propias. El 1ro de mayo, la Asamblea de Artistxs Callejerxs convocó a una movilización a la que se plegó la multisectorial. Asistimos en esa fecha a una jornada de asamblea, corte de calle y movilización, ya con la unidad de colectivos. A mediados de mayo nuevamente de manera unificada se marchó desde la municipalidad hasta Gobernación. Estas movilizaciones han colocado la denuncia al despojo, la precarización de larga data, las responsabilidades políticas ante el vaciamiento cultural y el rechazo al Secretario de Cultura por declaraciones intimidatorias.

La lucha de este año encuentra a un conjunto de compañeros y compañeras que atravesaron la experiencia de la coordinadora en el 2020, como también a nuevos artistas que se suman a la perspectiva de la lucha. Toda la orientación del Estado que ha afectado a los trabajadores de la cultura el año pasado, durante la pandemia y antes, lógicamente sigue su rumbo pero se profundiza aún más bajo la crisis sanitaria y política.

No solamente sucede que las condiciones actuales tejen nuevos vuelcos a la lucha, sino que la experiencia pasada de movilizaciones, acampes y la coordinación de sectores que le arrancó al gobierno un subsidio y alimentos; está presente en un movimiento que vuelve a la carga.

En esta etapa en que la organización tomó otro carácter, lucidez y nos volvimos a movilizar, la provincia anuncia un subsidio de $10.000 a contraprestación y por única vez. Aparece por un lado el carácter precarizador del Estado que quiere emplear por monedas a los artistas como ha hecho históricamente. Por el otro es una burla para cualquiera que sepa lo que se necesita para sobrevivir y sostener una familia. No podemos dejar de reclamar que se efectivice un monto adecuado de ayuda económica hasta que se termine la pandemia. La inestabilidad que se vive entre aperturas y cierres, se lleva por delante a los artistas y no será saldada la situación con un gobierno incapaz de controlar los contagios y la crisis sanitaria.

La lucha contra la represión del arte callejero es indispensable para defender a los y las compañeras que salen a trabajar.

Sigamos el camino de lucha y organización que se viene desenvolviendo en todos los lugares de trabajo y en los barrios, y que es una tendencia de los trabajadores a nivel internacional contra la catástrofe capitalista y el fracaso de la gestión capitalista de la pandemia. El piquete, la movilización, el corte de calle, el acampe como métodos para arrancarle a los gobiernos nuestros reclamos más urgentes.

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