Escribe Luciano Martínez
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A pesar de la ola de contagios en Pergamino, el gobierno de Javier Martínez ha intimado a volver a sus puestos de trabajo a 50 trabajadores municipales que, por padecer enfermedades de riesgo, se encontraban con licencia. Las amenazas llegan hasta la posibilidad de despidos. Existen denuncias en el Ministerio de Trabajo, en el Juzgado federal de SAN Nicolás y en el INADI, porque además se han descontado presentismo y salarios.
Esta ofensiva sigue la línea de Martínez de pedido de pase a fase 3 y de la vuelta a las clases presenciales cueste lo que cueste. Incluso se ha lanzado una convocatoria de la derecha a movilizar por la vuelta a clases presenciales el pasado 29 de junio, de la que participó un minúsculo puñado de vecinos.
ATE local se ha limitado a tomar las medidas legales antes expuestas, pero de un plan de lucha, ni hablar. Claro, la dirigencia aliada al gobierno nacional del FdT está atada a la de reducción del gasto público que exige el FMI para un acuerdo.
La situación de los empleados municipales es deplorable desde hace décadas. A las decadentes condiciones de trabajo se le suman salarios de miseria y una burocracia sindical que, lejos de pelear por sus trabajadores, es un factor de desorganización total.
Desde la agrupación Municipales en Lucha del Partido Obrero Tendencia llamamos a los trabajadores de Pergamino, a las organizaciones sociales, políticas, sindicales y estudiantiles a pronunciarse en solidaridad a los trabajadores municipales de Pergamino.
Se hace necesario organizar un plenario de trabajadores ocupados y desocupados que discuta la apertura y el control obrero de las cuentas municipales, incluidos los salarios y las condiciones de trabajo de públicos y privados.