Escriben Violeta Belén y Olga Céspedes
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Frente a la desidia de la patronal, de la burocracia y del gobierno nacional, los trabajadores de Garbarino se movilizarán al Ministerio de Trabajo de la Nación, este lunes 12, para llevar los reclamos por los que vienen luchando hace seis meses. La semana pasada marcharon a la Casa Rosada, de donde fueron “derivados” a la cartera que dirige Claudio Moroni.
El lock out patronal continúa. Carlos Rosales, dueño de la firma, ha ordenado cerrar aquellos locales, dice, “donde estuviere en peligro empleados, clientes y las mercaderías”. En realidad, Rosales pretende evitar que los trabajadores tomen las sucursales, como medida de fuerza, cosa que ya sucede en Lanús, Mar del Plata, entre otros locales. Las movilizaciones que llevan adelante los trabajadores se nutren cada vez más. Se suman a la protesta 250 operarios de las fábricas de ensamblajes en Tierra del Fuego quienes desde hace dos meses reclaman salarios adeudados y han suspendido la producción. Trabajadores de Gualeguaychú y Mendoza se suman a las medidas de fuerza con cierres intermitentes. Denuncian que hay un fuerte desabastecimiento y que los clientes se quejan por productos que compran pero que no llegan desde hace un mes.
Rosales acentúa la provocación y confrontación contra los trabajadores de las sucursales como los operarios. No solo no paga los salarios, ahora busca comprar mercadería a empresas estadounidenses para lo cual está en un armado de un fideicomiso financiero privado. A la vez ha pactado con la empresa Newsan que reemplazará la actividad suspendida por los operarios en las dos fábricas de Rosales en Tierra del Fuego. La patronal se orienta por la venta on line en vías de justificar los despidos masivos de los 3.900 trabajadores quienes denuncian que los sectores de abastecimientos, comercialización o administración no los atiende.
La creciente movilización de los trabajadores enfrenta los intentos de la burocracia de Cavalieri por desarticular la lucha. Contraponiendo la convocatoria de los trabajadores autoconvocados, la burocracia llamó a otra movilización al Obelisco para el mismo lunes 12 de este mes. Sin embargo, la maniobra no resistió más dos días por el repudio generalizado de los autoconvocados y trabajadores en general y dieron de bajar la 'contra marcha'.
A la crisis de Garbarino se suma la de Ribeiro, que también adeuda salarios a sus trabajadores y está en un mismo cuadro de extorsión, con un concurso preventivo de crisis, para no pagar las deudas con sus empleados. La pelea por los puestos de trabajo y el salario que es la única herramienta que tenemos los trabajadores para vivir y enfrentar la pandemia, debe coordinarse entre todos los trabajadores que nos encontramos bajo convenio colectivo de Comercio y todos aquellos que pertenecen a otros sindicatos pero que dependen de la misma patronal.