Escribe Tribuna de Salud - Sanidad
Tiempo de lectura: 3 minutos
Frente al empantanamiento de las negociaciones paritarias, ATSA Buenos Aires y FATSA convocan a movilizaciones a nivel nacional, acciones en los establecimientos y un paro de 4 horas para el próximo viernes 23 de Julio.
Luego de haber acatado la conciliación obligatoria y suspendido los paros del día 1 y 2 de julio, frente al rechazo que esto generó en las bases, se realizaron movilizaciones en la ciudad de Buenos Aires y en la zona sur de provincia de Buenos Aires. En Salta, los trabajadores y trabajadoras auto convocados de la salud privada se movilizaron el mismo primero de julio.
Las movilizaciones -de las que participó también la oposición- fue bien recibida por los trabajadores y trabajadoras, pero, salvo en algunos establecimientos, participaron solo delegados y delegadas y congresales. Para el 7 de julio, día previsto para la audiencia en el ministerio de Trabajo, la Celeste y Blanca volvió a convocar a movilizar a último momento, evitando la organización en los establecimientos para que la misma fuera masiva. También contaba con la adhesión a la convocatoria de la lista opositora en el gremio. Pero a las pocas horas, se anunció la suspensión de la audiencia y de la movilización. El motivo: las patronales estaban negociando con los financiadores. Luego de varios días sin brindar información, la conducción Celeste y Blanca, en CABA, vuelve a citar el viernes 16 a un "plenario de delegados". Sin debate, este consistió en un monólogo de Héctor Daer, donde anunció la movilización y el paro, con una semana de anticipación. En el chat no se pudo evitar que resuene el reclamo de que el paro no sea de 4 horas por turno sino de 24 horas.
Tanto en el plenario como en el comunicado emitido, llaman a las patronales a que vayan a buscar a los financiadores, omitiendo que la búsqueda de financiamiento implica un tarifazo a los trabajadores y trabajadoras: en definitiva, el aumento de las cuotas de las prepagas.
En los medios de comunicación ya circula que “las empresas de medicina privada fueron habilitadas a aplicar un nuevo aumento en los planes de salud. Pese a que el Estado apelará la medida y la causa seguirá el proceso judicial hasta que la sentencia quede firme, las prepagas anunciarán una suba que rondaría el 26% y comenzaría a regir el 1° de septiembre". (El Cronista, 15/07).
La Conducción Celeste y Blanca ha alentado el aumento de las cuotas de las prepagas (ver entrevistas a West Ocampo), colocando el reclamo de los trabajadores de Sanidad en el campo de la patronal. El plan de lucha que viene convocando respeta los tiempos de negociación de las cámaras empresarias y no representa a la verdadera necesidad de los trabajadores y las trabajadoras. Mientras en los establecimientos se habla de un 45% en una sola cuota, en el Hospital Garrahan y Residentes y Concurrentes de CABA reclaman un 50%; la burocracia de sanidad pide un 45% en cuatro cuotas, y aclara que podría cerrar entre en 42%. Las patronales, por su parte, anuncian un 40%. Nuestros sueldos se ubican, en promedio, en $55.000, por debajo de la línea de pobreza. Según el INDEC, la canasta familiar cuesta $140.000.
Las movilizaciones convocadas, al no estar acompañadas por paros, van a estar limitadas al aparato del sindicato. Por otra parte, el paro anunciado con una semana de anticipación corre el mismo riesgo que los anteriores, esto es, de ser levantado de forma inconsulta. Necesitamos superar los enormes límites y trabas que impone la burocracia sindical, colmando cada una de las convocatorias con nuestros reclamos: aumento salarial en una sola cuota, 45% ya, salario igual a la canasta básica familiar con actualización por inflación.
Por un real paro este 23 de julio y con asambleas, que golpee a las patronales de la salud privada. El Hospital Garrahan viene realizando asambleas y paros en defensa de sus salarios, y convoca este 21 a una nueva movilización. Confluyamos con los trabajadores y trabajadoras de salud pública, por una coordinadora de trabajadores de la salud.