Escribe Mariano Hermida
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El gobierno nacional y los cinco sindicatos docentes nacionales (CTERA, SADOP, AMET, UDA y CEA) pactaron un incremento salarial del 10% en tres cuotas hasta fin de año. Lo que difunden los medios amigos del gobierno y los propios sindicatos, como una “suba del 45,5%”, es una estafa a la opinión pública. En primer lugar, porque esta paritaria no tienen ningún efecto directo sobre los salarios. Fija un “techo” para que las provincias tengan una “guía” y acuerden todas en un número determinado. Segundo, teniendo en cuenta que se venía de un aumento real del 30% (34,6% en cuotas), es una suba menor al 10%. En concreto, mil pesos por mes, $33 por día. El salario mínimo docente, que llegará en septiembre a $37 mil pesos, pasará a 38 mil pesos desde el 1 de octubre, a 39 mil a partir del 1 de noviembre y a 40 mil desde el 1 de diciembre. El acuerdo deja al salario mínimo de la docencia $27 mil pesos por debajo de la canasta de pobreza (hoy en $67.000) y es un tercio de la canasta familiar ($120.000). Imposible “llenar la heladera” con estas remuneraciones.
Nicolás Trotta, el ministro de Educación, al terminar la reunión señaló que: "Con esto asumimos el compromiso que el salario docente, como planteó el presidente Alberto Fernández, le gane a la inflación" (Ámbito, 19/8). Lo mismo dice la CTERA, que firmó sin el aval de ninguna asamblea docente. Aseguran que con lo pactado, “los salarios nunca quedan por debajo de la inflación” (CTERA, 19/8).
Lo único cierto es que en julio la inflación fue del 3,1% y que todos los analistas calculan una inflación anual que superará cómodamente el 50% . Es decir, perderemos contra la inflación. Los “aumentos” siempre terminan siendo menores que lo firmado, porque al ser en cuotas y no acumulativos, la inflación de cada mes se los va devorando. Asimismo, como viene sucediendo en los últimos años, la gran parte del incremento se encuentra por fuera del salario básico, es decir que no impactará en antigüedad, y fundamentalmente, no lo verán en sus bolsillos las compañeras y compañeros jubilados. El salario tampoco está indexado con ningún tipo de cláusula “gatillo” para protegerlo de nuevas disparadas inflacionarias. No es lo que ocurre, en cambio, con los tenedores de la deuda pública, a quienes para renovar la deuda pública en pesos, el gobierno les ha ofrecido plazos más cortos y una indexación asegurada. Entre los bancos y los docentes, el gobierno elije a los bancos. En Argentina el salario real de los trabajadores es el más bajo de los últimos 18 años y las jubilaciones, las más bajas de los últimos 15. El gobierno está haciendo un brutal ajuste fiscal para llegar a un acuerdo con el FMI, luego de las próximas elecciones legislativas. A este propósito colonial obedece la paritaria firmada.
Con respecto a la presencialidad, Trotta señaló que ´irá por más´. Esto, cuando la variable Delta ya comienza a circular de manera comunitaria, y se espera un nuevo rebrote de casos, como ha ocurrido en las escuelas de Europa y EE.UU. En Texas, por ejemplo, los hospitales ya han colapsado. A diferencia de otras cepas, los casos de la Delta han sido especialmente detectados en niños y adolescentes. Según el propio gobierno, el 40% de la docencia aún no tiene las dos dosis de la vacuna. No cuidan el bolsillo ni la salud.
El camino para defender el salario lo marca la docencia autoconvocada de Salta. La huelga indefinida, que lleva tres semanas y se renueva mediante asambleas, está poniendo en jaque a los planes ajustadores del gobernador Sáenz. Las movilizaciones y los cortes de ruta de los docentes vienen ganando el apoyo de los trabajadores de la salud y otros sectores. En Chubut, ATECH, viene de parar por 48 horas y movilizarse por la reapertura de su paritaria.
Con el acuerdo nacional firmado, se vendrán ahora las paritarias provinciales. La burocracia sindical está preparando una nueva entrega. Está planteada la convocatoria a asambleas en todas las seccionales, empezando por las que dirige la oposición, y fijar un programa para organizar la lucha: aumento del 50% del salario mínimo, salario igual al costo de la canasta familiar ($120 mil pesos), indexado por inflación. Todo al básico y sin cuotas. Por representantes paritarios electos en asamblea. Suspensión de la presencialidad en pandemia, en defensa de la salud. Ningún acuerdo puede firmarse sin mandato. Que decidan los docentes.