Escriben Margarita Cuellar y Walter Sánchez
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Este mes inauguramos la tercera olla popular del Polo Obrero (T) de San Isidro en Villa Hidalgo. Se suma a la olla de Santa Ana, inaugurada hace un poco más de un mes, y a la del bajo Boulogne. La comida se agotó rápidamente, revelando nuevamente que la miseria social va en aumento. Hay que destacar una particularidad: la mayoría eran niños de entre 6 y 10 años. Este solo ejemplo basta para graficar la gravísima situación que viven las masas con ingresos y jubilaciones que nos colocan en la línea de la indigencia.
Está en la agenda de los activistas barriales la agitación y organización urgente del barrio del Villa Hidalgo.
Este Polo se creó el año pasado, mientras se transitaba la cuarentena dictada por el gobierno que, sin embargo, no dio las garantías para su cumplimiento en los barrios carenciados. Empezaron a surgir las ollas como hongos frente a la necesidad y el hambre. Al calor de ese proceso, se formó con vecinos del bajo Boulogne, en su mayoría militantes que rompían con sus organizaciones en rechazo a los métodos punteriles y de patota que lamentablemente abundan en las organizaciones obreras producto de las cooptaciones del Estado.
Siendo un Polo “joven”, logramos arrancarles al municipio mercaderías, productos de limpieza y hasta la carga mensual de las garrafas que se usan para cocinar. Por supuesto que es insuficiente frente a necesidades que van en aumento. Tenemos varios objetivos por delante, como conseguir un subsidio para poder solventar la compra de carne en nuestras ollas.
Tenemos varios desafíos como organización que son tratados todos los martes 16 horas en la plaza Ombu donde se desarrolla la asamblea del Polo. Invitamos a todos los activistas y vecinos que quieran colaborar a sumarse y construir una organización libre de los métodos punteriles que tanto daño hacen.