Docentes: el gobierno nacional avanza con la presencialidad escolar al 100%

Escribe Flor Palombo

A pesar de la circulación comunitaria de la variante Delta.

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El Consejo Federal de Educación (CFE) aprobó la propuesta de avanzar hacia la presencialidad plena en todo el país, a partir del próximo 1 de septiembre. Esto implica la reducción de la distancia social en el aula a 90 centímetros entre estudiantes y desterrar el esquema de bimodalidad que se venía sosteniendo en algunos niveles educativos y distritos. El ministro Trotta declaró que "en casos de aulas poco espaciosas" la distancia se reducirá a 50 cm y "las escuelas deberán aplicar medidas preventivas adicionales, como los testeos a los estudiantes y el uso de medidores de dióxido de carbono, entre otras" (Télam 26/8). Días atrás, antes del anuncio, se reunió con representantes de organismos que responden al mercado (UNICEF, la sociedad de pediatría y diversas ONGs) y referentes provinciales.

Según el ministro, esta decisión se toma "a partir de lo que ha sido la mejora de los indicadores sanitarios y epidemiológicos en las últimas 13 semanas y el avance del proceso de vacunación". Pero lo cierto es que, en palabras de los referentes de las carteras de Salud, estamos en la antesala de la circulación comunitaria de la variable Delta (según el ministro porteño, Quirós, una tercera ola de contagios será “inevitable”). Por su parte, la ministra Vizzoti intentó quitar gravedad al asunto diciendo que, debido a la vacunación, los casos graves de la enfermedad que puedan derivar en internación y/o muerte serán un porcentaje menor. Ahora bien, las vidas de las familias trabajadoras no pueden ser valoradas en función de porcentaje alguno.

Las declaraciones Trotta evidencian un pacto político de defensa de un programa capitalista frente a la pandemia, que bien podría resumirse como “convivir con el virus”. En ese terreno, no existe ya ninguna grieta entre el gobierno nacional y el porteño o el mendocino, gobernados por la oposición. En CABA ya existe la presencialidad plena en las aulas, sin ningún protocolo de distanciamiento entre alumnos/as dentro del aula y con comedores escolares llenos de niños, niñas y adolescentes comiendo sin tapabocas en espacios reducidos.

Sindicatos

Por su parte, los cinco sindicatos nacionales del gremio docente se reunieron con Trotta hace apenas 10 días para cerrar una paritaria que perpetúa salarios por debajo la línea de pobreza y, sin ningún mandato, también ha trascendido que se encuentran discutiendo la escolaridad "post pandemia". En esta línea, el gobierno nacional busca apoyo de la burocracia sindical para la aprobación de los proyectos del ejecutivo, que pretende sancionar una nueva ley de financiamiento educativo y el avance sobre la educación superior (terciarios de formación docente y universidad). La degradación de la educación, lógicamente, trae aparejada la degradación de las condiciones laborales y salariales.

Frente a la avanzada presencialista reclamada por las grandes patronales, los sindicatos no han organizado ni una lucha. Al contrario, la burocracia sindical de todo pelaje aísla las luchas provinciales (lo hizo en CABA, lo está haciendo ahora con Salta y Chubut) y fueron fieles defensores de la ´presencialidad administrada´ del gobierno nacional. Siguen acatando, ahora también, las resoluciones ligadas a la profundización de la línea aperturista, a pesar de contar con más de 300 docentes fallecidos desde que comenzó la aventura ´aperturista´.

En un comunicado de CTERA sobre la vuelta a la presencialidad (27/8), los burócratas se declaran "preocupados" por las medidas de reducción del distanciamiento dentro de las aulas y ratifican la defensa de la presencialidad "cuidada". Llaman a que las jurisdicciones implementen las medidas en forma gradual y con participación plena de los trabajadores de la educación (los mismos que no convocan a asambleas abiertas desde sus sindicatos de base en las provincias y la Ciudad).

Por su parte, las conducciones multicolores, en los sindicatos y seccionales que dirigen, siguen sosteniendo el planteo del “retorno seguro”. Desde un comienzo, han apoyado la presencialidad con “condiciones”.

Niños, niñas y adolescentes son quienes comienzan a sufrir más duramente el impacto de los contagios: las mutaciones del virus están afectando cada vez más a ese sector etario, que antes no vislumbraba riesgos graves por la enfermedad por covid 19. A la evidencia mundial sobre este aspecto y las repercusiones de la variante Delta en EEUU, Europa e Israel, es necesario señalar que su impacto local se ha comenzado a sentir – ya hay por lo menos una niña internada. A esto se le suma una gran cantidad de burbujas que están siendo aisladas en toda la Ciudad de Buenos Aires, a ya 20 días de haber comenzado con la presencialidad plena.

La presencialidad escolar propicia el aumento de los contagios. Aceleró la segunda ola y provocará la llegada de una tercera, ya anunciada por los propios gobiernos. Las decisiones políticas, a nivel nacional y jurisdiccional, responden a demandas empresariales que ponen en riesgo al conjunto de la población.

Las medidas "preventivas adicionales", además, no serán cumplidas en ningún caso: no ha habido elementos de protección y limpieza suficientes durante todo el año y es sabido que las condiciones de infraestructura de la mayoría de las escuelas son paupérrimas.

Rechazamos la eliminación de cualquier tipo de protocolo de distanciamiento y exigimos la suspensión de la presencialidad en pandemia. Que el Estado garantice conectividad y dispositivos para estudiantes y docentes y vacunación masiva. Para organizar al conjunto de la docencia, reclamamos la realización de asambleas en todos los sindicatos docentes.

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