CONADU Histórica debe rechazar la paritaria de rebaja salarial

En mayo de este año, el gobierno nacional y la burocracia sindical de la docencia universitaria (Conadu/Fedun) firmaron una paritaria que establecía una pauta salarial que no sólo no recuperaba ni un punto de todo lo perdido en los años anteriores, sino que buscaba deliberadamente seguir retrasando los salarios con relación a la inflación. Una paritaria en línea con las negociaciones entre Guzmán y el FMI.

Como resultado de ese acuerdo, que estableció un "aumento" en 6 cuotas no acumulativas, los salarios de docentes universitarios y preuniversitarios están hoy 19% por detrás de la inflación.

Preocupado por el impacto electoral que puede llegar a tener semejante ajuste sobre una parte de sus propios votantes, el gobierno nacional armó distintas maniobras con sus burocracias aliadas (Ctera, Ate, Fedun), buscando contener los daños pero sin salirse del libreto del FMI.

La propuesta de reajuste salarial que Trotta realizó a la docencia universitaria el jueves pasado se inscribe enteramente en esa línea. Planteó sumar tres cuotas más al esquema existente, un 6% en septiembre, 2% en octubre y 4% en enero de 2022, y dos cláusulas de revisión en diciembre y febrero del año que viene. La paritaria pasó a cuarto intermedio hasta el martes 7 por la tarde.

Todo indica que la burocracia pediría un adelantamiento de las cuotas y firmaría la propuesta. Pero lo que resulta enormemente preocupante es que la propia CONADU Histórica parece encaminarse en la misma dirección.

En los comunicados y en el plenario de sercretarios generales del viernes 3, un sector de la conducción de la federación (PCR), que hoy se encuentra alineado con el gobierno, evaluó con simpatía la propuesta y propuso aceptar la propuesta (San Juan, Comahue).

Con esa orientación, ha impulsado la convocatoria a un congreso de Conadu Histórica para el martes 7 a la mañana. La conducción de la federación no busca con este congreso desenvolver un plan de lucha contra la rebaja salarial en curso. Tampoco puede decirse que busque estampar su firma en el acta acuerdo por los fondos de capacitación u otras dádivas que suele monopolizar la burocracia sindical de Conadu/Fedun, pues Conadu Histórica ha logrado este año poner un límite (provisorio, eso sí) a los mecanismos de exclusión permanente con los que el kirchnerismo ha castigado la autonomía de la federación.

La conducción de la federación ha puesto en marcha un conjunto de maniobras tendientes a reposicionar al gobierno ante la base docente universitaria y a recomponer su relación con las camarillas ministeriales y universitarias, en un cuadro de creciente disgregación del Frente de Todos a lo largo y ancho del país. Un mal resultado electoral agravaría ese proceso de disgregación política y, en su horizonte cercano, están las elecciones en numerosos sindicatos locales y en la propia federación.

Desde la Agrupación Naranja (Tendencia) llamamos a rechazar la firma del acta y a desenvolver un plan de lucha real por el salario y las condiciones de trabajo, haciendo efectivo el paro que se había votado y luego suspendido.

Vamos por un verdadero aumento salarial, sin cuotas y ajustado por inflación; media canasta familiar para el cargo testigo (hoy alrededor de $65.000); por salario para todos los docentes ad honorem.

Rechazamos la presencialidad educativa orquestada por los gobiernos nacional y locales, que ha desmantelado todo protocolo en las escuelas y que ha comenzado a avanzar en las universidades. Exigimos conectividad e internet a cargo de Estado para garantizar las clases virtuales en condiciones de pandemia y ante la inminente propagación de la variante delta. Las condiciones de cualquier retorno presencial y los protocolos deben ser discutidos por comisiones de docentes, no docentes y estudiantes. Rechazamos asimismo el negocio y la sobreexplotación laboral implicada en las "aulas híbridas" que quieren el gobierno y el CIN.

Llamamos al conjunto de la docencia universitaria de todo el país a pronunciarse contra el acuerdo con el FMI y a preparar una gran movilización de rechazo cuando sea tratado en el congreso de la nación.