Presencialidad en la UBA: discutamos las condiciones laborales de los docentes del CBC

Escriben Diana Melnik y Agustina Eme

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Las autoridades de la Universidad anunciaron recientemente que los exámenes finales del Ciclo Básico Común (CBC) se llevarán a cabo de manera presencial, sin consultarlo previamente con los docentes ni los estudiantes. A su vez, establecieron que las cátedras podrán decidir, informando y sacando un turno previamente para que se asigne un aula, dar clases “optativas” presenciales, que se sumarían por fuera de la carga horaria de los docentes, que debe cumplirse en su totalidad de manera virtual.

Durante los últimos años, los docentes del CBC han sufrido numerosos ataques contra sus condiciones de trabajo: profundización de la precariedad de los contratos, despidos encubiertos, falta de transparencia en los concursos docentes, sobrecarga laboral en el marco de la virtualidad, desguace de cátedras, etc. Todas medidas arbitrarias por parte de las autoridades, que no hacen más que reafirmar el carácter antidemocrático del CBC y el incumplimiento del Convenio Colectivo de Trabajo en la UBA.

En la actualidad, la presión para tomar exámenes presenciales en el CBC se da en un marco de aumento de la vacunación y descenso de casos de covid, dos hechos que son condición necesaria para comenzar a debatir la presencialidad.

No obstante, permanece la incertidumbre de qué puede suceder con la irrupción de las nuevas variantes, más contagiosas, sobre todo en los grupos más vulnerables de la población, por edad o enfermedades preexistentes, y el descenso de la inmunidad pasado cierto tiempo de aplicadas las vacunas, de lo cual todavía la información es deficiente.

El abandono edilicio de las instalaciones de la UBA requiere una fuerte inversión económica en infraestructura para que se cumplan las condiciones de prevención de contagios. El presupuesto destinado a la Universidad no contempla este aspecto en absoluto. Ya lo vemos en cientos de escuelas primarias y secundarias en las que los alumnos vuelven a estar hacinados en condiciones insalubres como antes de la pandemia y ahora con el constante riesgo de infecciones.

La presión por las instancias presenciales exige la vigencia de las licencias y dispensas para los grupos de riesgo, así como la puesta en marcha de comisiones de seguridad e higiene con capacidad de veto, conformadas por docentes, no docentes y estudiantes, para controlar las condiciones edilicias y sanitarias en cualquier instancia presencial y el desdoblamiento de comisiones con nombramiento de nuevos docentes para asegurar grupos de trabajo reducidos.

Nada de esto será posible con el presupuesto de ajuste del año próximo, según fue aprobado por el CIN, en ese momento liderado por el flamante Ministro de Educación Perczyk, y según consta en el proyecto de ley de Presupuesto nacional.

El día lunes 20 de septiembre, la AGD convocó una reunión abierta de la comisión directiva del CBC, que contó con poca participación a pesar del enorme descontento que recorre a la docencia y al estudiantado del CBC. En el marco de la reunión se propuso y se votó por unanimidad que se organicen asambleas por sede para discutir estas cuestiones.

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