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El 27 de febrero tuvo lugar la primera audiencia en los tribunales de Quilmes por el juicio que se les sigue a 11 trabajadores de Kimberly Clark a raíz de la ocupación de la planta contra los despidos. La Justicia ni siquiera se han atrevido a caratularla como usurpación, sino que acusa a los compañeros por “turbación de la propiedad”.
La audiencia, de carácter informativa, fue acompañada por la movilización de trabajadores de otros gremios y organizaciones. Se hicieron presentes trabajadores telefónicos, de comercio, activistas de la papelera Ansabo, una delegación de la comisión de ferroviarios despedidos del Roca, parte de la Junta interna de la legislatura platense, y una presencia de la comisión directiva de ATE Quilmes, que viene de una ocupación del edificio municipal contra el despido de 31 empleados municipales.
Durante estos casi tres meses transcurridos desde el brutal desalojo por la policía provincial, la patronal se ha dedicado a vaciar la producción, y anunció que va a desmantelar la planta Bernal. Sostienen sus ventas en el país importando productos.
El plan de “achicamiento” de Kimberly Clark, discutido a nivel internacional, focalizó sobre la afianzada organización sindical desarrollada por los trabajadores de Bernal. La patronal contó con el activo boicot del sindicato Papelero, que trabajó para aislar a la ocupación de Kimberly de los trabajadores y plantas de toda la zona.
El desalojo de la planta se produjo pocos días antes de asumir el nuevo gobierno. Contó con un evidente acuerdo político de los salientes y los entrantes, para desactivar la gran ocupación de 72 días de una lucha histórica. Esa orientación persiste, ya que no existe el menor amague de dar repuesta a los reclamos por el derecho al trabajo de los compañeros despedidos, por parte de los gobiernos de todos los niveles. Los que están mendigando ante el FMI no quieren choque alguno con una multinacional papelera.
En la ocupación libramos, desde la Tendencia del PO, una lucha política enorme para desarrollarla como factor de reagrupamiento de los sectores en lucha, una coordinación efectiva de las ocupaciones y el frente único, que contrastaba con la estrategia del oficialismo del PO, que planteaba cocinarse en la salsa del FIT-U. En el SUTEBA Matanza, la solidaridad con los papeleros la propusieron nuestros compañeros, como en otros sectores.
La derrota total de los procesos judiciales contra los Papeleros de Kimberly es una tarea inevitable para los luchadores y el clasismo. Se trata de la defensa de la organización y la lucha obrera, frente a la bancarrota capitalista.
Llamamos a redoblar la campaña por el cierre de todas las causas contra los Papeleros de Kimberly Clark.
Foto: RaraAvis