Limpieza industrial en Rancagua: un gran paso adelante en la lucha contra el asbesto

Los trabajadores del Taller Rancagua de la línea B del subte, en lucha por la desasbestización, acaban de lograr la primer limpieza industrial en regla en la historia del Taller mediante una empresa habilitada según normativas ambientales. Un gran antecedente que servirá para todos los talleres del subte, que ahora debe concluir con las obras para recambio de aire, y que demuestra que la lucha paga. Se trata de compromisos arrancados a la empresa y al gobierno en la audiencia del pasado 23 de septiembre en la Subsecretaría de Trabajo, después de más de dos años de lucha ininterrumpida con retención de tareas en el sector.

La audiencia

Los trabajadores concurrieron a esta audiencia con medidas de acción directa votadas en asambleas y discutidas en varios Plenarios de Delegados, las cuales se implementarían si la empresa y el gobierno continuaban minimizando los reclamos largamente postergados. Se movilizaron trabajadores y activistas de todos los sectores junto a delegados, agrupaciones sindicales, integrantes de la Secretaría de Salud Laboral y directivos del Sindicato.

Ante el peso de la movilización y la contundencia de los argumentos, Metrovías finalmente accedió a dos compromisos: realizar una limpieza industrial con una empresa especializada, y un plan de obras para un nuevo sistema de ventilación, fundamental para garantizar la entrada de aire limpio del exterior a un ambiente subterráneo. Estos dos compromisos son condiciones necesarias para cumplir normativas técnicas y de salud que permitirán retomar las tareas a los trabajadores luego de una histórica retención total de tareas, tanto en la duración de la misma como en su contundencia. El comunicado difundido por la asamblea del Taller remarca el estado de alerta y movilización ante cualquier incumplimiento y/o provocación por parte de la empresa.

Asbesto

Producto de la contaminación por asbesto en las instalaciones y trenes, en la actualidad hay tres trabajadores fallecidos y 57 afectados por contaminación, de los cuales 12 son del Taller Rancagua, a lo que también debe sumarse que fue el lugar de trabajo de una de las víctimas fatales, Jorge Pacci. Otra de las víctimas, Juan Carlos Palmisciano, quientrabajó por 30 años en el subterráneo hasta 2001, falleció el 30 de enero de este año por un cáncer de pulmón. Es el primer caso oficial registrado, como consecuencia del asbesto, por lo cual la familia ha abierto una causa judicial contra Metrovías, SBASE (sociedad del estado) y el Gobierno de la Ciudad (GCBA).

Desde el año 2001 existe una ley que prohíbe el uso de asbesto. Antes, incluso, existen decretos y resoluciones ministeriales que lo restringen o regulan. Sin embargo, SBASE siguió comprando formaciones con este contaminante. Enfermedades como el cáncer son muy comunes entre los trabajadores de distintos sectores. Juan Carlos Palmisciano no fue un trabajador de los talleres. El asbesto está en todos los sectores.

La lucha

Cuando Juan Carlos falleció, los trabajadores del Taller Rancagua ya llevaban tiempo con retención de tareas y el Sindicato había presentado un recurso de amparo por la desasbestización del subte contra el SBASE y Metrovías, que finalmente tuvo una resolución cautelar positiva.

Metrovías utilizó la pandemia para desoir el fallo judicial incumpliendo plazos y medidas de desasbestización de las flotas empezando por las de la Línea B.

Hoy, con la apertura de las medidas de restricción y con la lucha dada, ya son 2700 de un total de 4000 trabajadores que fueron incorporados al RAR, registro dentro del régimen de ART contemplando la exposición al asbesto como agente de riesgo. Se fueron consiguiendo avances de descontaminación parcial de formaciones y la limpieza de ropa de trabajo en talleres.

Balance y perspectiva

La etapa de lucha que viene debe contemplar la jubilación a los 55 años por insalubridad, el 82% móvil del salario del trabajador activo, el recambio de las flotas contaminadas y la erradicación definitiva del asbesto en todos los sectores de las 6 líneas y premetro del Subte mediante un plan de desasbestización.

Si bien los trabajadores se declaran en estado de alerta para asegurar la concreción del acuerdo, esto es sin lugar a dudas un paso adelante en la lucha y la organización, que será refrendado con la renovación del mandato de los delegados de AGTSyP del sector, en la elección que se está realizando en estas horas. La concreción de estas medidas debe ser el inicio de un proceso general de asambleas, plenarios de delegados y medidas de acción directa que involucren a todos los sectores del Subte, coordinando estas acciones y esta campaña con los trabajadores expuestos al cancerígeno en escuelas, museos, hospitales, y otros. La defensa de la salud de los trabajadores del Subte es una lucha por la salud pública.