Por un Congreso Extraordinario de toda la docencia universitaria y preuniversitaria

Escribe Diego Toscano

Luego de 20 años de entrega sistemática, se ha partido la burocracia sindical de CONADU.

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El agotamiento del gobierno de los Fernández abre para la docencia universitaria un panorama complejo, pero potencialmente muy rico.

La crisis política que han desatado las PASO, y que se va acentuar luego del 14 de noviembre, pone en debate qué clase social (y qué fracción de clase) va a imponer una salida y con qué métodos lo va a hacer.

El agotamiento oficial, no obstante, no debe ser considerado en abstracto, sino como el fracaso de la alternativa a la que la burguesía argentina logró echar mano para superar el rápido agotamiento del gobierno macrista, en una etapa anterior de la crisis.

En 2017 y 2018, la docencia universitaria y el estudiantado de las principales universidades fueron un factor activo de ese agotamiento. Sin embargo, la enorme energía desplegada (se realizaron varias de las movilizaciones más grande de toda la historia universitaria) se disipó gracias a la entrega de la burocracia sindical kirchnerista, que prefirió pactar con Macri antes que profundizar una lucha que comenzaba a sacudir los subsuelos de numerosas universidades.

Durante el gobierno del FdT, los problemas de las universidades se agravaron considerablemente. En primer lugar, por la gestión capitalista de la pandemia que, en líneas generales, benefició a los grandes capitales y perjudicó a la población trabajadora. En el terreno universitario, esto significó deserción estudiantil, retroceso educativo y precarización laboral docente.

No obstante esta orientación antieducativa, la dirigencia sindical universitaria y la mayor parte de las camarillas que dirigen las universidades siguen apoyando al gobierno mientras buscan acomodarse a la transición en curso.

En este escenario, se ha quebrado la principal ciudadela del Estado dentro de nuestros sindicatos. La ruptura de la burocracia de la Flamarique es la consecuencia del fracaso terminal del seguidismo a un gobierno de la patronal. Una orientación que, por otro lado, también domina en la federación (Conadu H).

La ruptura de la burocracia de Conadu no debe ser analizada aisladamente del proceso que se vive en el conjunto del movimiento obrero. La directiva de esta Federación (PCR-CTA) está encolumnada con el gobierno del FdT.

Todos los debates de los últimos dos años de los sindicatos docentes universitarios han estado tamizados por este proceso: una base docente que busca abrir un curso de lucha, como lo ha demostrado lo actuado por numerosas asociaciones de base en defensa de la vida y la salud en el cuadro de la pandemia,

El agravamiento de las condiciones de vida y el enorme retraso salarial que se sostiene en el tiempo (e incluso se profundiza) plantea la necesidad de una acción enérgica de los trabajadores, en la línea en la que están actuando ya varios sectores. Es lo que evidenció el piquetazo de los choferes de colectivo autoconvocados de la semana pasada o las huelgas de docentes autoconvocados en Tucumán y Salta.

Para tornar este proceso aún más interesante y complejo, prácticamente todos los sindicatos docentes universitarios irán a elección en los próximos meses, como ya ocurre en Conadu, con fraude y manijazos. De aquí a diciembre necesitamos emprender una acción contundente de los trabajadores.

Desde la Agrupación Naranja Tendencia planteamos la necesidad de convocar un congreso extraordinario de toda la docencia universitaria para analizar la transición en curso y unificar una intervención por una inmediata recuperación salarial, contra la flexibilización laboral (y el trabajo gratuito) y por la aplicación plena del CCT en todas las universidades, por la duplicación del presupuesto universitario y la democratización de las universidades, y contra el acuerdo con el FMI y por el no pago de la deuda externa.

Planteamos este congreso como parte de una campaña de conjunto por la realización de un congreso obrero que debata y organice la acción de la clase obrera en la presente etapa de la crisis.

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