Escribe Mariano Hermida
La discusión de la memoria-balance del sindicato.
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El próximo 25 de noviembre tendrá lugar el Congreso Ordinario de SUTEBA. Un día antes, el 24, se reunirán las asambleas en todas las seccionales de la provincia de Buenos Aires, para tratar “la memoria y balance de la actual gestión provincial”. En la agenda figura la política gremial de cara a 2022 y la designación de la junta electoral.
La memoria y balance, como es ´costumbre´, no se conoce ni una política gremial para el 2022. Tanto ésta como el balance político de la gestión, debería estar ya en conocimiento de la docencia – un mes antes de las asambleas. Lo mismo el balance financiero y económico del sindicato, nunca ha sido discutido con la base. Este ocultamiento es motivo suficiente para impugnar ´la hoja de ruta´ de la dirección de Baradel.
El SUTEBA se encuentra sumido en una crisis histórica. La dirección sindical se ha entrelazado política e institucionalmente con un gobierno capitalista en crisis terminal, Como consecuencia de esto ha acompañado la política negligente y aperturista frente a la pandemia, la desvalorización de salarios y jubilaciones, y la falta de atención a los compañeros desocupados, a los changuistas y a los ´monotributistas´. Por eso, en las recientes Paso, ha sido boicoteado por el electorado que lo apoyó hace dos años – incluso el más ´fidelizado´.
Las paritarias pactadas entre el gobierno provincial y Baradel, dejaron el salario básico de una maestra sin antigüedad en $23.661 para noviembre. El salario de bolsillo superaría apenas los $40.000, cuando la canasta familiar representa más del triple. El salario real de un docente viene retrocediendo desde hace siete años. La docencia es empujada a trabajar en dos y hasta tres cargos La “recuperación del salario” que prometieron nunca existió. La precarización laboral (Planes FORTE, ATR) y la desocupación entre la docencia, aumentaron. Los actos públicos se realizan a cuenta gotas. Nuestra obra social (IOMA) cada vez cuenta con menos prestaciones. Las escuelas se encuentran en peores condiciones que antes de la pandemia, en materia de infraestructura, recursos pedagógicos, etc. Baradel no ha fingido siquiera sorpresa por el “ajuste”, pues contó con su absoluta colaboración. ¿O quién pactó las paritarias con el gobierno y avaló todas las políticas del actual período?
En la provincia de Buenos Aires, 6 de cada 10 niños están bajo la pobreza. Miles de estudiantes se vieron obligados a abandonar la Escuela Pública para trabajar y llevar algún mango más a casa. El fracaso de la gestión educativa del gobierno quedó de manifiesto primero con la renuncia de la vice ministra Adriana Puiggrós, y luego con la expulsión del ministro de Educación, Nicolás Trotta.
La crisis humanitaria desatada por la pandemia continúa. La ´apertura´ económica y educativa pone de manifiesto la estrategia de adaptación a la llamada ´nueva normalidad´, o sea la convivencia con el virus, que las vacunas no han erradicado. Todos los gobiernos han salido en apoyo a la clase capitalista, como lo prueban las cotizaciones elevadas en las bolsas y los balances de las compañías – en contraste con el crecimiento de la pobreza. Tres de cada cuatro pesos que se emitieron fueron a parar a las patronales bajo la forma de ATP, subsidios y todo tipo de exensiones impositivas. La emisión de ese dinero fue absorbida por los bancos, que ganaron más de 40% anual con las Leliqs. La presencialidad fue impulsada, incluso antes de la vacunación, por el gobierno de los Fernández, Kicillof y la burocracia de los sindicatos, incluida Suteba. En el caso de la Multicolor fue impulsada desde el primer día, para recular por espacios de tiempo, en las diversas ´olas´.
La dirección de Ctera y el sindicato han boicoteado las huelgas en un conjunto de provincias (Salta, Tucumán, ahora Santa Fe). Por otro lado, Baradel ha dejado pasar los ataques contra la docencia acusada de “adoctrinar” a los estudiantes en las aulas, a raíz del caso que se hizo público de una docente de La Matanza. Cuando Kicillof se abalanzó a sancionar a una compañera denunciada por ´adoctrinamiento´, por la derecha, la dirección de Suteba acompañó con el silencio. Los sindicatos deben combatir cualquier castigo punitivo contra los trabajadores – las conductas de unos y otros deben debatirse en el ámbito sindical.
La conducción Celeste - Violeta, que ha colocado al SUTEBA al servicio del gobierno, no reúne ninguna condición para resolver ninguno de los problemas de los trabajadores (salarios, salud, vivienda, educación, etc.).
El primer paso para sacar al sindicato de este impasse es romper con el gobierno de los Fernández y ponerlo en una posición independiente del estado y de las patronales (en primer lugar las educativas, incluido el clero). El gobierno nacional ha desarrollado un ´ajuste´ para preparar el acuerdo con el FMI. Ha hundido el ingreso nacional de los trabajadores, sin por eso resolver lo que es ya una mega-inflación, ni salir de las exigencias del FMI, como condición para salir del ´default´. Un acuerdo con el FMI significa la eliminación del sistema previsional de la docencia. Los trabajadores de la educación -junto al resto de la clase obrera- debemos preparar una acción histórica independiente, como paso ineludible para imponer nuestras reivindicaciones sociales y políticas.