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Finalmente, Sonia Alesso y la directiva provincial de la Amsafe consumaron la entrega del salario docente, convenida con el gobierno de Omar Perotti.
En una votación apretada, la burocracia logró pasar la aceptación por 17.000 votos a 14.500. Para imponer el "acuerdo" ruinoso, tras un largo compás de espera y desgaste, Alesso debió recurrir previamente a la clausura de la lucha -sin mandato- y luego de ceder una tregua con un planchazo de tres semanas sin medidas de fuerza ni asamblea, permitiendo que el gobierno gane tiempo con maniobras dilatorias y cuartos intermedios. Perotti y la dirección de Amsafe han conseguido cerrar la paritaria, además, entre descuentos y una descomunal campaña de terror
Sin embargo, la disconformidad y la bronca de la docencia es inocultable, como se observa en las redes y portales gremiales. Por lo tanto, esta clausura instaura una situación explosiva, pues no se ha dado respuesta a ninguno de los reclamos.
El único que ha festejado el "acuerdo" ha sido el gobierno. El ministro de Trabajo santafesino, Pusineri, agradeció los servicios prestados por la burocracia, al declarar: "el mérito es para la conducción del gremio, que construyó una salida que garantiza el dictado de clases" (La Capital, 4/11).
Amsafe
Desde la votación del 6 de octubre, cuando las bases pateamos el tablero e impusimos el rechazo a la oferta paritaria oficial, haciendo estallar la tregua que las conducciones sindicales venían sosteniendo con el gobierno, la conducción provincial de la Amsafe ha jugado por la derrota del movimiento.
La directiva puso todo el aparato y los recursos de nuestro gremio a disposición de la patronal y contra las bases. Sin embargo, un sector enorme de la docencia ha manifestado por sostener la lucha. La aprobación del acuerdo se ha dado por un incremento en la cantidad de votos totales, extrañamente todos por la aceptación.
Para asegurar su propósito, la directiva provincial mantuvo la convocatoria a través del mecanismo del "reglamentazo de funcionamiento virtual", avalado por la totalidad de los delegados de los departamentos, y sin que haya sido apelado en ningún caso. Se ha excluido del debate a la mayoría de la docencia. La negativa a convocar a las asambleas de base presenciales y el empecinamiento en el desarrollo de plenarios de forma virtual, no tienen otro justificativo que limitar el debate y la democracia sindical, acotando la participación sólo a los delegados y por Zoom.
Alesso dejó correr los descuentos ilegales y antisindicales de Perotti-Pusineri, un mecanismo que el gobierno activará ante cada reclamo, Alesso no sólo ha entregado a la docencia, sino que ha degradado nuestra herramienta de fuerza frente a la patronal.
Sin embargo, la desesperación que ha expuesto la directiva de Amsafe por frenar la rebelión de las bases docentes, es proporcional a la consciencia que ha adquirido de que el desprecio y repudio de la base al ajuste del gobierno. Actúa sin disimulo como vocera y empleada de la patronal.
Para asegurarse la aceptación, Alesso y la CD provincial se habían reservado -por las dudas- un recurso de última hora, ante el temor de que naufragara la aceptación. Habían solicitado una mediación nacional, que acudiría en apoyo de Perotti y Alesso, obvio, para contener la situación si la votación fallaba, como ya había ocurrido antes.
Alesso, además, a la repetida maniobra de plantear que la aceptación quedaba condicionada a seguir "dialogando" y que la paritaria continuaría abierta, cuando el propio gobierno viene de incumplir el acuerdo paritario de marzo, en el que se comprometía al blanqueo de las sumas en negro, sin que esto haya ameritado ningún reclamo de Amsafe.
En este escenario, las directivas de oposición se han negado nuevamente a dar un marco organizativo provincial al descontento. En particular, Amsafe Rosario ha tenido una política de apaciguamiento, no ha reclamado en ningún momento -durante la larga tregua- a la directiva provincial la convocatoria a asamblea. Frente a los ataques de Perotti-Pusineri, la directiva de Rosario reclamó "voluntad de diálogo...", una actitud absolutamente pasiva frente a la campaña artera y agresiva desplegada de la Comisión Directiva Provincial en todo el territorio contra la lucha docente. No ha denunciado tampoco la maniobra de la "mediación", ni el papel conspirativo de la burocracia contra las bases. Una oposición que no ha sacado los pies del plato y ha marcado el paso en el lugar, ha quedado por detrás de la rebelión docente.
La docencia demostró que va reuniendo condiciones desde abajo, para abrirse paso. Esta lucha nos deja a la mano los elementos para elaborar colectivamente las conclusiones para avanzar.
Queda planteada, sobre todo, la imperiosa necesidad de remover el obstáculo y el lastre de la burocracia sindical. Ese es el debate que se ha instaurado y una pelea que ya empezamos a dar, por la recuperación de nuestro gremio, para ir por nuestros objetivos. ¡La docencia pide pista!
