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En el día de ayer se realizó un paro con movilización del Hospital Central al municipio de San Isidro. Médicos y enfermeros de los hospitales municipales, como del materno infantil, marcharon bajo el cántico: "San Isidro distrito rico con trabajadores pobres".
El salario promedio de los enfermeros, camilleros y mucamos ronda entre los 37 y 45 mil pesos en mano. El municipio tampoco reconoce el sistema SADOFE (franqueros). Durante toda la jornada laboral el municipio sólo ofrece una infusión de té, 4 galletitas y dos sobres de azúcar. Es tal el amedrentamiento del possismo a los trabajadores de la salud que la dirección tomó la decisión de que a las enfermeras no se les de pan en la proveeduría.
En la marcha, se cortó la avenida céntrica del distrito Centenario por horas. Nadie del municipio bajó para recibir a los gremios presentes (ATE, Cicop y junta interna).
Durante la campaña Posse hizo campaña por el supuesto manejo correcto en la pandemia, incluso llevó al secretario de salud, Juan Viaggio, como principal candidato. Pero la realidad es bien diferente: los hospitales están vaciados, no había materiales de protección cuando empezó el COVID, y el salario es una miseria. En el hospital central se jubilaron 13 enfermeras y no hubo nuevos nombramientos.
Está claro que la salud en San Isidro transitó estos dos años de pandemia bajo un ajuste brutal que se descargó sobre las espaldas de los trabajadores de la salud.
Es necesario continuar con las asambleas y deliberación de los trabajadores para redoblar la apuesta hasta conseguir todos los justos reclamos.
