Subte: pararon los talleres

Escribe Maxi S. Cortés

Tiempo de lectura: 2 minutos

Hace algunas semanas se ha iniciado un conflicto entre los trabajadores del subte y Emova (ex Metrovías) por las condiciones laborales. Este martes los trabajadores de los talleres iniciaron un paro de 9 a12 en respuesta a medidas “disciplinarias” impuestas por parte de la patronal. El paro que se inició en el taller Canning de la línea D, y levantó la solidaridad del conjunto de los talleres que fueron plegándose a la medida.

La empresa envió telegramas de sanción a tres trabajadores a los cuales hoy, al presentarse en sus puestos de trabajo, no se les permitió tomar servicio. La sanción responde al rechazo de los compañeros al retorno “normalizado” de los cronogramas de trabajo, antes modificados de forma preventiva con las medidas de aislamiento por Covid. La patronal tomó represalias a pesar de que los casos de Covid crecen sin cesar esta última semana.

Acto seguido, y en asamblea, el taller Canning resolvió ir al paro en defensa de los compañeros sancionados y de la jornada con restricciones preventivas. Como las acciones de provocación y represalias por parte de la patronal son generales, despertó la rápida solidaridad del resto de los talleres que semana atrás habían resuelto en gremial de talleres acciones unificadas ante cualquier ataque.

Hasta ahora, Emova respondió negativamente a los reclamos de los trabajadores. El paro de los talleres es el primero que tiene lugar desde que se inició la escalada de conflictos.

Los acontecimientos de hoy ponen de manifiesta la intransigencia y la decisión patronal de quebrar la voluntad de los trabajadores e imponer un cronograma “actualizado” que incluya una mayor cantidad de vueltas a través de la extensión de la jornada y el aumento de la productividad recortando descansos, entre otros. Esta semana hubo asambleas en tráfico también, sector donde la patronal concentra una gran presión sobre los trabajadores para modificar los cronogramas.

Los trabajadores no acuerdan con las nuevas ordenanzas “normalizadoras” y denuncian que la empresa no completa los planteles de los trabajadores que se han jubilado, fallecido, o los que tomaron retiros voluntarios o han sido despedidos desde hace años. Un incremento de las vueltas, impactaría en un claro aumento del ritmo de trabajo lo que significa una reforma laboral en los hechos.

Por otro lado hay un avance de la tercerización. En el sector mantenimiento de instalaciones fijas, por ejemplo, desde hace un mes y medio comenzó la contratación de personal tercerizado para tareas regulares o estables. “Con un escueto plantel de 83 trabajadores, se pretende sostener el mantenimiento preventivo y correctivo de 90 estaciones de subte y 16 de premetro”, denuncian los compañeros.

Los trabajadores exigen un franco semanal más para contrarrestar la insalubridad, la exposición al asbesto -que ya ha provocado muertes - y al Covid; ponerle fin a la tercerización laboral y recuperar la bolsa de trabajo.

Con la pandemia los atropellos de la patronal que vienen de años han alcanzado un punto de tensión máximo. Los problemas no serán resueltos ahora con negociaciones parciales como se ve en la respuesta de Emova. Los trabajadores sólo cuentan para derrotar a la patronal y su explotación, con la fuerza de su unidad en la acción directa.

Muy pronto, además, el atraso salarial en relación a la inflación se expresará fuertemente en la revisión paritaria de enero y se sumará a los reclamos que exigen una lucha en conjunto.

Todo el apoyo a los trabajadores del subte.

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