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La docencia autoconvocada salteña ha cumplido ya 9 días de huelga. En su asamblea provincial del lunes pasado, ha ratificado por unanimidad la continuidad del paro por tiempo indeterminado y su pliego de un aumento inmediato del 30%, la restitución de una real cláusula gatillo y un bono de 20 mil pesos. Luego que el vice gobernador Antonio Marocco atacara la huelga, afirmando que mil docentes no eran representativos de los 30 mil que prestan servicio, el paro recibía un acatamiento superior al 60% y más de 10 mil docentes, en capital, y otros miles desde el interior, se manifestaban este miércoles con movilizaciones y cortes.
Uno de los elementos que acicatea la voluntad de lucha de los docentes es que el gobierno afirma otorgar un aumento del 30% a julio. Ocurre que el ofrecimiento real es del 16,3%, pero a cobrarse en agosto, de modo que no tiene vigencia inmediata y puede ser condicionado a futuro, o sea que no existe como compromiso efectivo; el aumento para el mes de marzo apenas ronda el 5%. La propuesta oficial fue aprobada por la burocracia de los sindicatos de la Intergremial docente; a los autoconvocados se los intima a una suerte de “tómelo o tómelo”. Sáenz desató este ataque a la huelga, luego de una ‘visita de estado’ al acampe docente en plaza 9 de julio. Enseguida después anunció que la única representación docente que reconocía era la de lo burocracia para estatal de los sindicatos oficiales.
Cortesías aparte, Sáenz anunció el descuento de los días de huelga, que luego fue retomado por todos sus funcionarios. En el pasado, sus padrinos Romero y Urtubey ya habían amenazado con lo mismo, sin obtener la capitulación de los huelguistas. Por otro lado, sigue promoviendo un quiebre interno de la huelga con sus alcahuetes, Patricia Caliva y Carlos Murga. Estos ex delegados capitalinos, autodenominados “autoconvocados puros, sin partidos ni gremios”, han proclamado por su cuenta el levantamiento del paro en una asamblea de no más de 40 docentes, y ahora han sacado una carta abierta que repite todos los argumentos del gobierno. Llegan a decir que la cláusula gatillo no es necesaria, amenazan sutilmente con los descuentos, como si fueran funcionarios, y hacen macartismo contra la masa de los huelguistas, con el latiguillo de “militantes gratis” del PO. Semejante provocación está siendo rechazada tajantemente por los docentes que sostienen la huelga con todos los medios. Lamentablemente, el sector dirigente del cuerpo de delegados, antes aliado a Caliva y Murga, continúa con una política reñida con la democracia de los trabajadores, al rechazar el derecho de participación de las corrientes históricas de la docencia salteña, como es el caso de Tribuna Docente, aunque sin éxito. Con el argumento de que las corrientes “dividen”, con excepción de ellos mismos, claro, desenvuelven una política divisionista. No hay nada nuevo aquí, sin embargo, porque siempre ha aparecido un núcleo de estas características desde la primera huelga autoconvocada de la docencia salteña. No es casual que estos delegados, con la capitalina Silvia Di Piazza a la cabeza, hayan rechazado la solidaridad de los obreros viales, que reclaman por su pase a planta, y la coordinación de acciones, cuando esta solidaridad y esta coordinación ayuda a la victoria de la huelga docente.
Por la victoria
Mientras que en capital se mantiene una adhesión del 60%, en Orán y San Martín el acatamiento supera el 80%. Lo mismo sucede en la mayoría de los departamentos del interior. Hay decenas de cortes docentes bloqueando las principales rutas de la provincia. Una docente ya ha iniciado una huelga de hambre. La docencia está recorrida por una enorme deliberación. El activismo forjado en 15 años de experiencias de autoconvocatoria, acicatea a las nuevas generaciones al paro, peleándolo en cada establecimiento, y explicando cómo en los paros anteriores se derrotaron las amenazas de descuentos y sanciones y las maniobras divisionistas. En Orán, el acatamiento subió sensiblemente apenas el activismo nombró como delegada departamental a la histórica dirigente de Tribuna Docente y el PO, Josefa Cardozo, hoy simpatizante del PO salteño y la Tendencia Nacional del PO. No es para menos, Josefa fue una de las dirigentes de la huelga autoconvocada de los docentes de Orán en 2004 y una de las convocantes a la primera asamblea provincial autoconvocada en el 2005. Es una luchadora reconocida por su firmeza e incondicionalidad con los intereses de la docencia y la clase obrera. El empuje de las bases es tal, que derrotaron las maniobras del sector de Di Piazza para no reconocerla como parte del cuerpo de delegados. El gobierno se juega al desgaste negando cualquier reunión con los autoconvocados. Por eso un importante sector del activismo y las bases ven necesario convocar a una nueva asamblea provincial este próximo fin de semana, para organizar la lucha en la tercera semana de huelga. Desde el PO salteño, impulsamos la solidaridad activa del conjunto del pueblo trabajador con esta nueva huelga histórica de la docencia salteña autoconvocada.