Escribe Cuki M.
Tiempo de lectura: 3 minutos
El pasado martes 1 de febrero, el Polo Obrero Tendencia de la ciudad de Santa Fe salió a la calle por el agua potable, en el marco de una campaña que arrancó hace meses pero que tuvo en enero una mayor organización. El reclamo es histórico, no es nuevo, pero las altas temperaturas y los años de pandemia generaron un malestar mayor en la población, que se comenzó a organizar y salió a la lucha.
Se cortó la importante y transitada intersección de calle Gorriti y Blas Parera, en la esquina del Hospital Iturraspe nuevo. Más de 70 vecinos de barrio Loyola sur, Yapeyú, Santo Domingo y Los Troncos, sostuvimos un piquete de dos horas y frenamos el tránsito en todas las arterias.
La jornada de lucha tuvo un gran impacto, no sólo por los métodos de su convocatoria en asambleas y reuniones abiertas durante enero, sino también por los resultados, ya que colocó en agenda la situación que tanto Provincia como Municipio pretenden ocultar. Luego de haber entregado petitorios al Ministerio de Desarrollo Social, a Casa de Gobierno y de haber marchado y entregado un reclamo en el Municipio durante el mes de enero, dos horas de piquete sostenido permitieron volver a hacer visible un reclamo histórico y generó la respuesta de los medios de comunicación y de las autoridades políticas.
Muchísimos medios se hicieron presente y tomaron nota del reclamo. Los vecinos sostuvieron el piquete con bombos, cantos y fuerza, ya que son calles por las que circulan muchos vehículos. En los reclamos se escuchaba el pedido al gobernador Omar Perotti, del PJ, y al intendente Emilio Jatón, del Frente Progresista.
Luego de finalizada la jornada, cuando habíamos levantado el piquete y quedaban pocos compañeros presentes, llegaron tres funcionarios municipales que “justo pasaban por ahí y escucharon por la radio el reclamo”. Dieron la cara para decir que la situación es culpa de provincia porque no gestiona con Aguas Santafesinas y quedaron en comunicarse nuevamente para “mantener un diálogo fluido”, pero de respuestas nada.
Tanto el intendente como el gobernador, se despacharon en las horas posteriores a la medida de fuerza sobre las obras que se estarían realizando en la zona. Incluso, conllevó la visita del ministro de Obras y Servicios Públicos de la Nación, Gabriel Katopodis, y declaraciones de Aguas Santafesinas sobre inversiones en la ciudad capital. Aunque no lo reconocieron, el reclamo llegó al corazón del poder político.
Pero los vecinos no necesitamos ni la comprensión, ni el acompañamiento ni la empatía. Tampoco rechazamos los trabajos y las mejoras, que son una conquista de años de lucha. Pero sí denunciamos que tienen fechas de finalización en al menos 5 a 6 meses, si es que se cumplen, con el agravante de que la conexión al acueducto llevará por lo menos tres años. ¿Mientras tanto? ¿Dónde está el agua?
A su vez los propios compañeros del barrio hemos ofrecido posibles soluciones, como la llegada de camiones cisterna, bidones o incluso la extensión de las mangueras desde los tanques. También la mano de obra de los barrios para poder llevar adelante los trabajos.
Es que el reclamo es sencillo, básico, elemental: los vecinos necesitamos el agua potable para vivir, y la necesitamos ahora. No en meses, cuando supuestamente las obras terminen, sino cada día que pasamos en los barrios. La realidad es cada vez más grave en Santa Fe: la pobreza aumenta, el desempleo hace estragos, el Covid con sus múltiples variantes afecta la vida de la población vulnerada por la falta de urbanización, por la mugre en cada esquina, por la falta de acceso a la salud.
Desde el Polo Tendencia de la ciudad ya sacamos un comunicado de respuesta a las declaraciones, las recorridas y las fotos de funcionarios municipales, provinciales y nacionales. A los vecinos no nos interesa repartir responsabilidades, sabemos que tanto Provincia como el Municipio son responsables de la pobreza, de la falta de urbanización, de la falta de inversión en salud y de la falta de acceso a los servicios básicos.
Ayer miércoles 2 de febrero volvimos a reunirnos en asamblea y definimos un nuevo plan de lucha que involucrará volanteos en los barrios, declaraciones con videos y testimonios en primera persona sobre la realidad del noroeste santafesino, y nuevos cortes y movilizaciones en la ciudad, frente al Municipio y frente a Casa de Gobierno.
No vamos a parar hasta ver conquistados nuestros derechos, hasta arrancarle al Estado lo que nos corresponde, porque no han dado ninguna respuesta concreta sobre nuestro reclamo. En defensa de la salud, la vida, el trabajo y el salario, nos mantendremos en las calles.