En defensa de los luchadores de Kimberly Clark

Escribe Joaquín Antúnez

Tiempo de lectura: 3 minutos

El aparato oficial del Partido Obrero ha desplegado una escalada de ataques faccionales para defender lo indefendible, a saber, la política autoproclamatoria y parlamentarista que siguió a lo largo del conflicto de Kimberly.Esta acción tiene hoy dos aristas: de un lado, la pelea sin principios en la que se ha embarcado con el PTS y, del otro, el ataque incalificable a los obreros de Kimberly que adhieren a la Tendencia del PO, protagonistas indiscutibles de esta lucha.

El alcance del conflicto

El PTS tuvo una presencia marginal a lo largo del conflicto. Pero una vez producida la desocupación violenta de la planta, ha salido a publicar “balances críticos” con el diario del lunes, donde pretende colocar en la misma bolsa al aparato del PO y a nuestra Tendencia. En estas “lecciones” tardías, el PTS se envuelve en adjetivos: los intentos de coordinación fueron “declarativos”, “sin preparación previa” y otras afirmaciones sin sustento.

Lo que debe quedar es lo siguiente: fueron los delegados y compañeros de la Tendencia quienes defendieron a rajatablas la lucha por una coordinación que superara el marco estrecho de los voceros del sindicalismo de izquierda, y convirtiera a Kimberly en una referencia de la lucha de clases regional y, hasta cierto punto, de los grandes cónclaves obreros del país. El plenario del 1° de noviembre, con la participación de direcciones obreras de la zona y de la propia coordinadora de la zona Sur -con Ansabo y otras luchas- estuvo casi exclusivamente a cargo nuestro.

Fueron los compañeros de la Tendencia, en persona, quienes llevaron la solidaridad de Kimberly a los obreros de Minetti, en Córdoba, proponiendo una coordinación de todas las ocupaciones en curso. Fueron, también, quienes viajaron al cordón de San Lorenzo, enclave industrial fundamental del país, a reunirse con las direcciones obreras de la zona y recabar solidaridad. Fueron los papeleros de la tendencia del PO, en asamblea, quienes mocionaron el corte a la autopista La Plata, que atrajo la atención sobre Kimberly en los momentos más difíciles del conflicto.El PTS fue convidado de piedra o gran ausente en todas estas iniciativas, impulsadas por nuestros compañeros. Ahora, quiere ocupar el lugar de “crítico del PO oficial”, y explotar las graves defecciones que tuvo el aparato partidario en Kimberly.En su segunda respuesta, el PTS se acuerda que “el PO no puede responder ¿por qué si se vieron aprestos preparativos del desalojo desde la 01.00 se avisó a las organizaciones…después de las 6.00, cuando el desalojo ya estaba consumado?” Esto fue denunciado en nuestro balance de Kimberly (ver Política Obrera, 12/1), y el PTS lo recoge recién ahora.

Proscripción de un luchador procesado

El aparato NUNCA ha respondido a esta grave denuncia. En los largos párrafos con insultos y acusaciones que ha desplegado en “Prensa Obrera”, no ha podido dedicar una línea a responder la cuestión de las cuestiones, a saber: porqué, si supo con casi medio día de antelación de los aprestos del desalojo, el aparato del PO no lo informó al colectivo de la fábrica.

En cambio, y para encubrir este encubrimiento, pusieron en marcha una infame campaña de proscripción contra los compañeros de la Tendencia del PO, explotando la dispersión y reflujo del colectivo de la fábrica en los días posteriores al desalojo. En efecto: en una “asamblea” ultraminoritaria, los representantes del aparato oficial del PO resolvieron desplazar a Patricio como uno de los voceros del conflicto. La decisión no sólo implica atacar a quien jugó un papel de inocultable liderazgo durante la toma de la fábrica. Tratándose de un compañero encarcelado durante el desalojo, y actualmente procesado, es una proscripción funcional a la acción represiva del Estado y la patronal. El aparato del PO ha instigado, en Kimberly, los métodos expulsivos y represivos que llevó adelante al interior del partido con quienes se expresaron en disidencia con sus métodos y orientación política. La democracia obrera implica la libertad de debate y reflexión sobre nuestras luchas, en el marco de la unidad de acción. La proscripción de los activistas es el método de la burocracia sindical y el Estado. Ya que el PTS se encuentra tan “activo” en los balances de Kimberly Clark, sería bueno que se pronuncie al respecto.

Faccionalismo o lucha política

El artículo de balance sobre el conflicto, en nuestra prensa, fue escrito y firmado por uno de sus líderes, Patricio Lara. Los ataques sin principios de “Prensa Obrera” y “La Izquierda Diario” no cuentan con esa condición. La firma de Patricio tiene un sentido claro: el balance es un aporte al activismo, en primer lugar, de Kimberly; y luego, de todo el clasismo. Los “balances” de Prensa Obrera y LID apuntan a una guerra sin principios al interior del FIT-U, ya característica de los sindicatos donde la izquierda cuenta con una posición. Defendamos a los luchadores de Kimberly de la tentativa represiva del Estado; pero también, de los aparatos de “izquierda” que quieren introducir sus métodos expulsivos al interior de la clase obrera.

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