Escribe Joaquín Antúnez
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En la mañana del 14 de febrero un grupo de militantes del PSTU se hizo presente de manera solidaria a un llamado de la Lista Roja del gremio de la carne para permitir el ingreso de sus fiscales y controlar el proceso electoral que se desarrollaría en ese mismo día.
Mientras esto sucedía una patota de la lista Azul y Blanca de Gabriel Vallejos se encargó de amenazar y golpear a traición a uno de los compañeros del PSTU. Incluso llegaron a mostrar armas blancas, mostrando el accionar podrido de una burocracia temerosa ante la posibilidad de un resultado negativo en la planta.
Finalmente, no hubo amenaza que doblegue la tenacidad y decisión de los trabajadores para repudiar a la burocracia dándole una victoria importante a la Roja en la planta. La experiencia de la histórica lucha del 2020 sigue presente en los trabajadores del Penta, que recorrieron una vasta experiencia con la burocracia del sindicato y la federación de la carne.