Paritaria docente bonaerense: Baradel prepara un nuevo masazo al salario

A una semana del inicio de clases, la docencia bonaerense no ha recibido oferta salarial alguna. Los sindicatos que conforman el “Frente de Unidad Docente Bonarense” (FUDB) han informado que, durante la segunda reunión paritaria provincial, el gobierno provincial dijo encontrarse “a la espera de la resolución de la paritaria nacional” (suteba.org). El lunes se conoció que esta fue del 45,4% en cuatro cuotas y que los sindicatos ya la habrían aceptado, sin mandato de sus bases. Se señaló que la paritaria nacional “impacta en la conformación del salario docente” refiriéndose exclusivamente a una suma no remunerativa (FONID).

Que Kicillof pueda darse este “lujo” obedece a que la burocracia sindical docente no le ha presentado un reclamo. Según el FUDB, que acude a estas reuniones sin mandato de sus bases, el esquema paritario “debe contemplar una paritaria corta, con aumentos bimestrales y con revisiones de readecuación del impacto inflacionario en cada bimestre, similar al del 2021. El esquema incluye la reapertura en el segundo semestre para discutir el salario del último tramo del año 2022”. Además “se tiene que garantizar el salario docente por encima del proceso inflacionario y la recomposición del poder adquisitivo” (ídem).

Todo esto es un completo palabrerío pues no encontramos una sola cifra concreta en la paritaria provincial que permita siquiera contemplar la “recomposición del poder adquisitivo” y que el salario se encuentre “por encima del proceso inflacionario”. Estas frases huecas son maniobras de la burocracia sindical docente para montar un simulacro y engañar a la docencia, a la cual solo le presentará cifras entre gallos y medianoche, sobre el inicio del ciclo lectivo, sin deliberación alguna y para firmar en menos de 24 horas. El 45,5% en cuotas de la paritaria nacional plantea una referencia negativa, por debajo de la inflación proyectada para 2022.

El FUDB se jactó de haber terminado el año 2021 con un aumento anual del “54%”. Es un fraude completo, ya que los aumentos siempre llegaron en cuotas sobre salarios iniciales de pobreza y con cifras en negro. La inflación opera cotidianamente pulverizando el salario, bien delante de la llegada de estas “cuotitas” que siempre incluyen cifras en negro. La realidad es que el salario básico de un maestro de grado, a enero 2022, es de $24.832 por cargo. El salario inicial es de $55.110 mientras que un maestro de grado con la máxima antigüedad llega a $ 75.165. Todo esto por debajo de la canasta básica –de pobreza- que se ha establecido en enero de 2022 en $78.624 (Infobae, 17/2) y muy lejos de la canasta familiar de $160.000.

Sin un aumento inmediato de al menos el 60%, no existe recomposición alguna y la llamada “paritaria corta” consistirá en un mecanismo que consagrará la pérdida del poder adquisitivo del salario con eventuales aumentos “bimestrales” que no escapen a la pauta oficial inflacionaria, siempre después de consumados los aumentos de precios. La actualización del salario por inflación debe ser automática, de ninguna manera prefijada para “revisar” en forma arbitraria. La inflación proyectada en 2022 está en este 60%. ¿Por qué los tenedores de bonos de la deuda pública, fugadores seriales, sí tienen garantizado intereses atados a la inflación y la cotización del dólar? El gobierno quería un acuerdo de 10 o 20 años con el FMI, pero pone en vilo el salario docente todos los meses.

Como la dirección kirchnerista del SUTEBA se ha encomendado en garantizar el acuerdo del gobierno con el FMI, toda esta operación contra el salario docente se encuentra al servicio de reducir el déficit fiscal mediante la poda de los salarios, jubilaciones y gastos sociales.

Pronunciémonos contra este despojo al salario que prepara la burocracia sindical. Por asambleas en todos los distritos de la provincia y un plenario provincial de delegados de base con mandato. Paritarios elegidos. Por un salario igual a la canasta familiar por cargo.