UTA: nuevo corte autoconvocado mete presión a la paritaria
Escribe Matías Cisneros
Reclaman un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar.
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El 30 de abril, a un año de otra gran medida autoconvocada, delegados y activistas de más de 10 líneas de colectivos del oeste del gran Buenos Aires hicieron un corte de la Autopista del Oeste para reclamar un aumento salarial. Reclaman un salario mínimo de 180 mil pesos, es decir igual a la canasta familiar. Denuncian la suspensión de las reuniones paritarias por parte de la Cámara del Transporte y el Ministerio de Trabajo que niegan resolver el tema.
El salario inicial de un chofer se encuentra por debajo de los 100 mil pesos, dependiendo de la antigüedad. Quienes se inician tienen un salario básico de 71 mil pesos. La última suma no remunerativa de 13 mil pesos ha sufrido descuentos por días de enfermedad, por ejemplo. Pero no computan para la jubilación o la antigüedad.
Las empresas están centradas en un aumento de subsidios y disciplinar a los trabajadores mediante despidos, descuentos arbitrarios, aumentos de los ritmos de vueltas. La UTA que no hace mención de su posición paritaria hace correr el rumor de que el próximo acuerdo se cerraría en 4 cuotas. El activismo viene dando una batalla contra los despidos por 245, en el caso de la empresa Almafuerte lograron revertir hace 3 años un despido de estas características y les ha permitido afianzar su organización.
Este corte no es un hecho aislado. Hace pocas semanas un corte en Puente Saavedra reclamando contra despidos y por aumento salarial estuvo protagonizado por los trabajadores de la línea 60. En la línea 160 de zona sur, acaban de ganar un fallo de reinstalación contra una 245.
Al igual que la CGT, a muerte con el acuerdo con el FMI, la conducción de la UTA se convierte en un obstáculo para la organización de los cuerpos de delegados. Ucra (CTA) y Aoita (Interior de Córdoba) no se quedan atrás. La necesidad de coordinación que se viene dando por la autoconvocatoria tiene que plantearse un paso más.
Un congreso de bases de delegados y activistas contra los despidos y por el salario, para ser permanente la organización. Una unidad en la acción. Convertirse en una alternativa a Fernández y Bustinduy, operadores de los monopolios de transporte y las automotrices. Es una necesidad.
