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El pasado miércoles 6 alrededor de 3.000 docentes marcharon en la capital provincial reclamando aumento salarial. En el marco de la segunda jornada de paro determinada en el último Congreso del sector, llegaron a Viedma delegaciones de toda la provincia donde el acatamiento a la medida superó el 90%. La docencia desconoció todas las amenazas de descuentos que el gobierno desplegó durante los días previos y se mantuvo firme en su lucha por recuperar el salario y las condiciones de trabajo.
La propuesta salarial, realizada por el Ejecutivo provincial y rechazada por Unter en Congreso Extraordinario, fue del 7 % en marzo, 3% en el mes de abril, un 6 % en mayo y un 8 % para el mes de junio, totalizando un porcentaje del 24 % para el primer semestre. Todos los cálculos y previsiones que hace la docencia indican que se trata de una propuesta que no cubre la canasta familiar patagónica y sigue obligando a sobrecargarse de horas para llegar a fin de mes. Se suma a este balance el deterioro edilicio, la superpoblación en las aulas, el mal funcionamiento de las cuestiones administrativas, la inestabilidad laboral para algunos cargos, etc.
Como es habitual, la marcha pasó por distintas dependencias de gobierno. En la cartera de Educación se entregó un documento pidiendo llamado urgente a reunión paritaria y terminó con un breve acto en el que dirigentes de la organización emitieron discursos alusivos, mientras que un muy importante sector de la concurrencia se manifestó con consignas pidiendo que la dirección ponga fecha al próximo Congreso y que la CTERA encare un plan de lucha nacional en defensa de la educación pública.
El malestar por las deterioradas condiciones de trabajo recorre las escuelas de Río Negro. La base docente logró imponer a la dirección sindical el rechazo a la oferta del gobierno. Lo que se manifestó en la masividad del acatamiento al paro y en las calles de Viedma deberá mantenerse en la tarea de no claudicar ante las amenazas del gobierno o las ofertas de “espejitos de colores” como hizo la dirección de ATE que firmó por un bono de 15.000 en el mismo momento en que la docencia marchaba.
La base docente nucleada en antiguos y nuevos reagrupamientos y la gran cantidad de trabajadores que se acercan por primera vez a la lucha organizada defendiendo sus derechos tienen la enorme tarea de mantenerse de pie, superar las direcciones conciliadoras y marchar definitivamente hacia el triunfo docente rionegrino.
