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El paro de 24 horas convocado por ADIUNT el miércoles 6 de abril tuvo una muy alta adhesión, principalmente en las escuelas preuniversitarias y en algunas facultades que habían iniciado las clases. La repercusión en los medios de comunicación fue un reconocimiento por su trascendencia.
El paro había sido votado en una asamblea previa, donde se analizaron las condiciones totalmente descuidadas en las que se estaban produciendo el retorno a la presencialidad en la UNT y la falta de respuesta de las autoridades al pedido del gremio para que se convoque la paritaria de Higiene y Seguridad.
En estos dos años de pandemia, prácticamente no se hicieron inversiones para garantizar condiciones de cursada que no afecten la salud de estudiantes y docentes. El hacinamiento ha vuelto a las facultades, y las escuelas se encuentran en las mismas (o peores) condiciones de precariedad que antes de la pandemia.
La Escuela de Bellas Artes, por ejemplo, ha comenzado las clases en un edificio en obras, sin las medidas de protección adecuadas. En la Escuela de Agricultura, los docentes tuvieron que realizar un “aplausazo” y suspender las clases por falta de agua. La Escuela Sarmiento sigue esperando que el rectorado autorice los fondos para arreglar su fachada que se está cayendo y poder construir en un viejo edificio que durante años fue usado por la Legislatura para aliviar los crecientes problemas de espacio, y la vez evitar que sea un nido de ratas. Ninguno de los numerosos talleres de las escuelas técnicas (Vial, Aguilares, Técnico o Agricultura) ha recibido la ropa de trabajo y los materiales de protección personal que establece el CCT.
En las facultades la situación es similar. Anfiteatros desbordados, laboratorios en malas condiciones, falta de conectividad, ni que hablar de que se han abolido los aforos y todos los protocolos. Cualquier rebote de contagios sería calamitoso.
Las autoridades están focalizadas en la campaña para elegir rector, en mayo, nuevamente con un sistema electoral antidemocrático al servicio de la perpetuación de las camarillas pro-mineras.
Entre los reclamos del paro de ADIUNT estaba el planteo de la ciudadanía preuniversitaria, que va ganando la opinión pública y el apoyo de los estudiantes. Desde ADIUNT vamos a profundizar esta lucha promoviendo una protesta/sentada de la comunidad preuniversitaria en el patio del rectorado.
Si bien la burocracia de Conadu y FEDUN pretende haber cerrado el tema salarial con la firma de la paritaria “corta”, la inflación de febrero y marzo ha mostrado que es una paritaria que ha nacido muerta. Uno de los principales motivos de la alta adhesión al paro es el reclamo salarial de la docencia universitaria que, por otro lado, es el reclamo principal de los trabajadores en todo el país. Tucumán, sin ir más lejos, asiste al desarrollo de una enorme huelga de limoneros.
Desde ADIUNT vamos a llevar todos estos reclamos a nuestra Federación, Conadu Histórica, que debe tomar inmediatas cartas en el asunto si no quiere verse sorprendida ella misma con una rebelión de sus bases. Más que nunca, es necesario un congreso de base de toda la docencia universitaria para discutir cómo enfrentamos las gravísimas consecuencias de la crisis nacional y el acuerdo con el FMI para los trabajadores y la universidad.
