Elecciones en Médicos Municipales: el malestar de los trabajadores “bajó” a Gilardi
Escribe Maxi S. Cortés
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En el día de ayer, se han desarrollado las elecciones del sindicato de los médicos de la ciudad de Buenos Aires, la Asociación de Médicos Municipales (AMM). La lista oficial de Jorge Gilardi fue derrotada por la 810 de Carlos Rojo y Ricardo Solari. La lista opositora reunió el 60% de los votos contra el 30% del oficialismo.
El resultado era esperable por el enorme desgaste del oficialismo producto del malestar de los trabajadores, habiendo transcurrido dos años de pandemia de fuerte trabajo, malas condiciones, una reforma laboral regresiva en el 2018 y un franco retroceso salarial -una caída a la mitad- desde el 2014. La ruptura a último momento de Solari -del Hospital Rivadavia- con Gilardi fortaleció definitivamente la lista de Carlos Rojo, que se transformó en instrumento de rechazo para los 12 mil afiliados de AMM.
El resultado de la elección se da en medio del anuncio de un nuevo paro de 36 horas para el próximo martes 12, por parte de la saliente conducción de AMM, en rechazo al aumento salarial trimestral del 15% que ha otorgado el gobierno de Larreta unilateralmente. La “nueva” conducción, que también ha rechazado el aumento impuesto por Larreta, toma en sus manos 34 hospitales y 50 centros de salud que son un volcán y vienen de un paro total el 22 de marzo.
Es la segunda vez que Rojo presenta lista, ya que ha sido parte del oficialismo desde el año 84 junto a Gilardi. AMM es un gremio de peso en la ciudad de Buenos Aires, la antecesora de Fernán Quirós en el Ministerio de Salud, Ana María Bou Pérez -antes legisladora por Vamos Juntos- , es una médica del Ramos Mejía y dirigente del sector de Médicos Municipales que responde a Rojo. Rojo es un hombre de la gestión capitalista de la salud en la ciudad de Buenos Aires.
La tercera lista, el frente recuperación gremial formado desde sectores de la izquierda, retrocedió unos puntos del 9% de la elección pasada. Es el resultado de una fuerte parálisis durante toda la pandemia, producto de entenderla como un problema circunstancial y rechazar las medidas de aislamiento social.
Luego de la integración de la filial del Hospital Gutierrez (PCR) en el 2018 a la lista de Rojo, la presentación de la lista FRG estuvo en riesgo, por la intención de la filial del hospital Álvarez de seguir el mismo camino -hacer frente con la burocracia- que finalmente no prosperó.
El resultado es una expresión deformada del fuerte rechazo de los trabajadores a la burocracia establecida por otra ala de la misma. Por otra parte, la nueva situación exigirá al activismo y la izquierda un balance de su retroceso. El derrumbe de la economía nacional, la crisis de la paritaria, plantean la necesidad de poner en pie una corriente socialista dentro de AMM para canalizar la desazón, malestar, y poner a los trabajadores al frente de su paritaria en defensa de su salario.
