Docentes bonaerenses: la inflación dinamitó el acuerdo paritario

Escribe Mariano Hermida

Tiempo de lectura: 2 minutos

La paritaria firmada a fines de febrero por la burocracia sindical docente con el gobierno de Kicillof ha sido enterrada definitivamente por la inflación.

Baradel y cía. habían pactado un acuerdo en tres cómodas cuotas, la mayor parte en sumas no remunerativas (16% en marzo, 11% en junio y 13,8% en septiembre), dejando al salario básico de un preceptor (cargo testigo en secundaria) en $26.233 y el de una maestra de grado de primaria, por cargo, en $28.856. La inflación acumulada de enero a marzo ya ronda el 16%, igualando la primera cuota del aumento. La inflación del mes de marzo (6,7%) fue la más alta de los últimos 20 años. El “control de precios” solamente se aplica al salario y las jubilaciones. Las cuotas como denunciamos en su momento son parte del mecanismo de “desindexación” de los salarios y jubilaciones, que el gobierno viene aplicando sistemáticamente desde hace 3 años. Cuando una docente va al cajero a cobrar, la inflación -que es diaria y no trimestral- ya realizó su trabajo erosionando el poder adquisitivo. Lo pactado además consolidó lo perdido durante el periodo 2016-2020 –aproximadamente un 25%. La afirmación que hicieron los sindicatos del FUDB (Frente de Unidad Docente Bonaerense) de que el acuerdo iba a mantener “el salario docente por encima de la inflación” fue un fraude. La inflación en 2022, según todas las proyecciones, tendrá como piso un 60% (El Cronista, 3/4).

Ante el derrumbe de la paritaria, el FUDB ha salido a pedir al gobierno provincial ser “convocados a la Comisión Técnica Salarial de la Paritaria Docente” (Suteba, 25/4). En el acuerdo anterior, la burocracia había establecido una cláusula de “Seguimiento y Recuperación del Acuerdo Paritario”. Una coartada para evitar una reapertura de paritaria. Insólitamente los dirigentes que firman el comunicado valoran “seguir el camino de la recuperación del salario que se viene desarrollando desde el año 2020” (ídem). No pisan un supermercado o directamente se burlan de la docencia, que tiene que hacer malabares para poder llegar a fin de mes, incluso súper explotándose trabajando en hasta tres cargos. El gobierno ha concedido la reunión para la semana entrante probablemente para tirar algún bono miserable o suma no remunerativa, como está ocurriendo con otros sindicatos. Es una maniobra para evitar rediscutir todo el esquema salarial que la inflación ya se llevó puesto. Como ocurre habitualmente, los sindicatos concurrirán a esta reunión sin el mandato de sus bases. Tampoco se conoce el monto que los burócratas le solicitarán al gobierno. Los Baradel y cía. no tienen en mente mover un dedo por el salario de los docentes. Se encuentran aferrados con uñas y dientes a la orientación social del gobierno fondomonetarista de los Fernández, en pos de rescatar a los parásitos financieros que poseen la deuda externa.

Los Sutebas Multicolores, opositores a la burocracia sindical, se han pronunciado porque “el Suteba convoque asambleas en toda la provincia para votar un plan de lucha” (Sutebas Multicolores, 26/4), pero no han tomado ellos la iniciativa de convocarlas en los distritos que dirigen para preparar un plenario provincial de delegados, con mandato para organizar un plan de acción.

Es necesario que la docencia intervenga enérgicamente mediante reuniones, auto convocatorias y asambleas seccionales de los Sutebas Multicolores con un programa: aumento general del 100%, salario mínimo igual al costo de la canasta familiar por cargo, hoy en $190.000, indexado por inflación; que todo aumento sea sobre el básico, no a las sumas en negro, paritarios electos por la base.

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