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La Marcha Federal convocada por las organizaciones sociales que integran la Unidad Piquetera ocupa un lugar especial en el momento actual. La convocatoria es una expresión del impasse del gobierno en su intento por contener a las masas. El descontento social crece al calor del aumento galopante del costo de vida. La Marcha Federal irrumpe en un clima de bronca popular y de crecimiento de las luchas. Lo demuestran el reciente paro y movilizaciones de choferes, el paro bancario, el paro de enfermería de los hospitales porteños, los paros en las distintas líneas de subte y premetro, las huelgas docentes en distintas provincias del país, el corte de vías ferroviario en la línea San Martín, y así de seguido.
Con el anuncio del pago de un bono en dos cuotas para quienes no reciben ningún ingreso, el gobierno admitió que no tiene recursos políticos para contener la protesta social. Con una disparada de precios, el bono se ha visto aplastado bajo este proceso inflacionario. Ahora viene la pulseada política de los tarifazos.
El crecimiento del trabajo precarizado también es inmenso. En muchas provincias, la “economía popular”, que no es otra cosa que el trabajo precario que se encuentra registrado por el Ministerio de Desarrollo Social, ha superado a la cantidad de trabajo en blanco. Frente a los ingresos de miseria, el gobierno decidió cerrar los cupos de los planes sociales, que sirven para complementar un ingreso miserable con otro igual. Es en medio de este “clima” social que el gobierno aparece con un bono en dos pagos. Está claro que el país y el movimiento obrero no están para un bono.
La Marcha Federal ya es, por su contexto y dinámica, un acontecimiento político. Las realizaciones de paros parciales o totales, asambleas en los lugares de trabajo, pronunciamientos, adhesiones, etc., son la llave para la unir al conjunto de la clase obrera para terciar en la crisis política. La agitación por una huelga general y un congreso obrero marca un horizonte estratégico para los trabajadores.
La Marcha Federal es una oportunidad para convocar a los distintos sectores que han salido a la lucha por sus reclamos. Desenvolver esa contradicción entre las demandas más elementales de la población, por un lado, y el régimen capitalista, por el otro, es una tarea imprescindible. En este sentido, el movimiento estudiantil es un sector clave para intervenir en estas jornadas. En los últimos días se pusieron en movimiento luchas por el boleto y las becas, con asambleas y movilizaciones, como en La Plata. La unidad obrero-estudiantil tiene una nueva oportunidad de expresión en la Marcha Federal. Otro tanto sucede con las luchas del movimiento de mujeres por sus conquistas y con los movimientos ambientalistas.
El gobierno carece de una hoja de ruta para pilotear la crisis. La guerra imperialista ha demostrado que las políticas del Estado son una hoja en el viento de la crisis mundial. Por otra parte, la guerra puso una vez más sobre el escenario mundial la necesidad de la solidaridad internacional de los trabajadores.
Para Política Obrera y el Polo Obrero Tendencia, la Marcha Federal representa una causa general de la clase obrera. Con esa comprensión, nos ponemos en marcha con una campaña nacional hacia todo el movimiento obrero y los movimientos de lucha popular para superar el impasse del gobierno y la burocracia con una gran intervención del movimiento obrero.
¡Vamos todos a la Marcha Federal!
