Moyano “cumple”: cierra paritarias por la pauta oficial
Escribe Sebastián Bravo
Un episodio más de la crisis de la burocracia sindical.
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El Sindicato de Camioneros cerró un aumento semestral por un 31% en dos tramos, 16% para mayo y 15% para noviembre. Se da en el contexto del adelantamiento de paritarias impulsado por el gobierno y la Unión Industrial Argentina, en el medio de una fuerte suba inflacionaria, un 6,7% en marzo y alrededor de un 6% en abril. El acuerdo está en línea con el 60% anual que vienen cerrando la mayoría de los gremios en las paritarias adelantadas.
Después de que Hugo Moyano apareciera en todos los medios exigiendo una paritaria del 85% y 20 mil pesos al básico de emergencia, el pase del ítem de comidas al básico y un adicional para los choferes de larga distancia, en la negociación que tuvo la semana pasada, a solas, con las patronales, terminó cerrando un aumento que apenas arrimará los 20 mil pesos para fin de año, y solo si se toma en cuenta el impacto en los ítems no remunerativos, que son los que un trabajador camionero percibe cumpliendo con el presentismo perfecto.
Los límites de una maniobra
En Política Obrera decíamos "¿Por qué Moyano aparece en la escena pateando el tablero, reclamando un 85% de aumento salarial? Como el conjunto de la burocracia sindical, no quiere aparecer paralizado frente al shock de los números de marzo. La reapertura de paritarias, acordada con el gobierno y Funes de Rioja, intenta evitar cualquier tipo de iniciativa independiente de los trabajadores." El reclamo que tanto vociferó Moyano como necesario ante la inflación que sacude el bolsillo de los trabajadores fue planteado sin tomar una sola medida de lucha, lo que de algún modo adelantaba cuál sería el final: pura arenga para las cámaras, pero sin ninguna intención real de concreción.
La maniobra mostró sus límites enseguida. El reposicionamiento de Hugo Moyano fue un breve intento de impedir lo que ya es un hecho: la crisis de la familia Moyano, como la de toda la burocracia sindical, se agrava cada día.
Quienes en otras épocas aparecían como intocables, ahora ven cómo les allanan la sede central del sindicato, cómo tienen a sus dirigentes de San Nicolás presos, cómo les despiden delegados de distintas empresas.
La crisis del clan
La desorientación política de los Moyano frente a la fractura del gobierno tiene distintas aristas. Un sector de la familia está en plena campaña por la legalidad de un partido camionero, "Cultura Educación y Trabajo", como parte de la construcción de una tercera opción política. La ausencia de Pablo Moyano en la negociación es otra muestra del quiebre interno que se está produciendo al interior de la 'famiglia camionera'. Hace semanas que al interior del sindicato se rumorea un enfrentamiento entre Pablo -Secretario General de Camioneros de Buenos Aires- y Hugo, algo que se desmiente frente a las cámaras, pero internamente es un hecho. Es que cerrar paritarias a la baja cada vez tiene un costo mayor para los moyanos, es un hecho que vulnera objetivamente su capacidad de contención.
Los dirigentes del sindicato lanzaron una convocatoria a delegados y activistas para agradecerle a Hugo por la paritaria acordada, en una demostración de fuerzas solo a fines internos en la disputa entre padre e hijo. Es que Moyano padre es apuntado como uno de los próximos afectados por el 'efecto Caló', que ya se cargó además del metalúrgico, al líder de los Médicos Municipales y al de los Controladores Aéreos.
La lucha por el salario real
Con este aumento el básico de un chófer camionero que está en 61.710,29 pasará a 70.966,83 pesos, mientras el viático y comida que está en 1.418,1 pasará a 1.630,81 pesos. Lo que dará en promedio un sueldo de 103.583,03 pesos mensuales si trabaja 20 días al mes y si no tiene ausencias, ya sean por enfermedad, vacaciones o injustificadas, ya que el viático y comida solo se cobran atados al presentismo.
Finalmente, después de tanta bambulla con el 86%, ha quedado demostrado que el salario de los trabajadores Camioneros no está en la agenda de la famiglia Moyano. Los cacareos de la burocracia camionera dan cuenta más de su derrumbe en consonancia con el régimen, que de su capacidad de dar salida a la crisis.
Ni Moyano ni toda la burocracia sindical pueden desenvolver una lucha real contra la desindexación de los salarios, porque es la piedra angular del acuerdo con el FMI que ellos apoyaron a muerte. Solo la organización independiente de los trabajadores camioneros podrá superar sus limites.
