Paritarias en Vigilancia: "récord"... pero de cuotas

Escribe Leandro Ferreyro

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El viernes 29 abril se anunció la paritaria de Seguridad Privada con un aumento del 85% en cinco tramos a liquidarse entre junio del 2022 y mayo del 2023.

El mecanismo ignominioso de paritarias en "cuotitas" frente a una inflación mensual que viene superando el 6%, todavía sin reflejar el enorme aumento de tarifas programado para los próximos días, es una confiscación y no una victoria como señalan desde la burocracia como paritarias "récord". Si bien el aumento total anunciado es de 85,71%, al extenderse hasta mayo del 2023 con un plan de sumas no remunerativas que desaparecen de un mes a otro o aumentos del valor del presentismo, que además bajo las condiciones de pauperización a la que son expuestos diariamente es muy difícil de cumplir con los requisitos para cobrarlo. El salario básico hoy de $54,500 no refleja los aumentos, más bien todo lo contrario, en la primera cuota, en la tercera y en la quinta no sufre ninguna modificación, ampliando la brecha entre inflación y salarios, por eso inclusive con paritaria "récord", al término del convenio 2022/2023 el básico seguirá siendo de pobreza $83.900.

Además la expectativa de los trabajadores estaba puesta en que el aumento fuera directo al básico e impactara en el salario del mes de mayo, y así poder computarse para el cálculo del medio aguinaldo, pero la burocracia (Upsra) que había hecho circular esa información se desdijo sobre la marcha y, en complicidad con las patronales precarizadoras, estiró la primer cuota de la paritaria para junio, eximiendo a las empresas de pagar aguinaldos con la fórmula de actualización salarial.

Hoy un trabajador de la Seguridad Privada cobra un salario básico de $54.500 remunerativo, cuando la canasta familiar se acerca a los $200 mil pesos. En este sistema de contratación tercerizada, cada contrato es un negociado entre las empresas (estatales y privadas subsidiadas): se paga arriba de $300 mil pesos por cada trabajador contratado. Esto no es ni más ni menos que legitimar un mecanismo de precarización que buscan reglamentar desde todos los gobiernos para todo el mercado laboral.

El descontento y la bronca de los trabajadores se manifiesta en la actual movilización y lucha del sector, como el corte de vías que se llevó adelante este último jueves en la estación Palermo por los tercerizados del ferrocarril San Martín que exigían el pase a planta permanente que fue fuertemente reprimido por la policía, o los reclamos en diversas empresas de vigilancia (Siseg, Comahue, Líderes) mientras el costo de vida crece a un ritmo infernal, los mecanismos de contención como la paritaria anunciada como "record" por la burocracia sindical de Upsra se disuelven en la realidad inflacionaria.

Desarrollar en todos los frentes la lucha por el pase a planta permanente y salario igual a la canasta familiar, como llevan adelante los compañeros tercerizados del ferrocarril San Martín, es fundamental para organizar un movimiento que rompa el impasse del sector y una todas las luchas.

Desde Vigilantes en Lucha en Política Obrera rechazamos el acuerdo paritario en cuotas y no remunerativos y exigimos un aumento de emergencia del 100% al salario básico y en una cuota que recomponga la pérdida acumulada.

La agitación por una huelga general y un congreso obrero marca un horizonte estratégico para todos los trabajadores y trabajadoras.

Llamamos a todos los trabajadores de la Seguridad Privada a participar de la convocatoria a la Marcha Federal por una salida obrera que derrote la contención de las burocracias y poner en pie un plan de lucha por todas nuestras reivindicaciones.

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