Tucumán: rebelión de los cosecheros ante incumplimiento patronal

Escribe Daniel Blanco

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Se ha abierto un proceso de lucha que apunta a transformarse en una huelga general si las patronales no retroceden en su decisión de incumplir con el acuerdo paritario firmado en el mes de abril.

Al comienzo de la cosecha, las patronales decidieron no aplicar los aumentos acordados en las paritarias a los trabajadores en negro. En diversas zonas, muchos trabajadores en el pasado, frente a acuerdos paritarios miserables, preferían quedar en negro y evitar los descuentos (previsional, obra social, cuota sindical, etc.) que sufrían los trabajadores que estaban en blanco. En esta oportunidad, frente a una paritaria que arrancó por medio de la huelga un aumento en dos cuotas que sumados llegan al 76%, el no reconocimiento de dicho acuerdo a los cosecheros en negro está significando un duro golpe a los ingresos salariales de miles de cosecheros.

No conforme con ello, las patronales, habiendo ya liquidado dos quincenas, han decidido incumplir con los cosecheros en blanco con aspectos muy importante del acuerdo paritario. No están pagando el acuerdo retroactivo a marzo, tampoco reconocen el pago diferencial por el trabajo de cosecha selectivo, que es el que se realiza cuando la cosecha está destinada a la exportación. Las patronales han decidido pagar por el valor de cosecha a granel, que tiene un valor mucho más bajo a pesar de que en las fincas se obliga a cosechar en forma selectiva.

Por otro lado, en las fincas las cooperativas que tercerizan el trabajo imponen condiciones de trabajo deplorables (no hay baños químicos, no entregan ropa de trabajo, se almuerza en el piso) a la par de imponer una política de aprietes y sanciones a granel con cualquier pretexto.

La situación se fue tornando intolerable. Comenzaron a producirse asambleas en algunas fincas y asomaron los primeros paros. En esta semana las acciones de lucha se fueron generalizando.

Al calor de esta situación volvió a salir a la luz la fractura de la dirección burocrática de la UATRE, con denuncias y zancadillas entre las dos camarillas que se disputan la conducción gremial: la de “Remache” Ferreyra y la de Germán Ferrari. Esto echó más leña al fuego. Se extendieron las asambleas y se produjeron algunas iniciativas de los delegados zonales de la burocracia. En todos esos escenarios han intervenido los delegados agrupados en la Coordinadora de Limoneros Autoconvocados disputándoles a los delegados burocráticos la organización y acción de los cosecheros.

En ese marco, en las fincas de la citrícola San Miguel, la más grande de Tucumán, más de 500 cosecheros decidieron en asamblea tomar la administración de la finca, y luego se trasladaron masivamente y ocuparon, bloqueando entrada y salida del empaque, o sea, de la planta industrial. La noticia de la ocupación de la citrícola San Miguel corrió como reguero de pólvora. En varios lugares se preparaban asambleas y paros si no se cumplía con el convenio. Las patronales en algunos casos decidieron apostar a la política de aprietes sobre un sector de capataces de fincas que habían decidido acompañar las medidas de los cosecheros. En todos los casos, los cosecheros decidieron apoyar a esos capataces y parar las fincas.

Para este martes se preparan nuevas medidas, paros y bloqueos de empaques. La Coordinadora de Limoneros Autoconvocados se ha dirigido a los cosecheros, llamando a autoconvocar asambleas en todas las fincas, a elegir delegados donde no existan, a coordinarse y parar hasta que cumplan el convenio acordado en la paritaria, paguen todas las deudas salariales acumuladas desde comienzo de cosecha, se levanten todas las sanciones y medidas de represalias y se adopten medidas inmediatas para mejorar las condiciones laborales, con la entrega de ropa de trabajo, instalación de baños químicos, mesas y banquetas para poder almorzar.

En paralelo, la Coordinadora ha resuelto apoyar la Marcha Federal y el 12 convocan a movilizarse a Plaza Independencia junto a organizaciones de desocupados de Tucumán. En ese marco se ha decidido autoconvocar a un plenario general para el fin de semana y preparar si no se han resuelto los reclamos, la huelga general de los obreros del limón.

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