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En el último congreso de la UOCRA participaron Juan Manzur, el Jefe de Gabinete, y Claudio Moroni, el ministro de Trabajo. En una entrevista posterior Gerardo Martínez, el secretario general del sindicato, reafirmó su apoyo a Alberto Fernández y planteó la idea de una movilización contra la inflación (Infobae, 12/05). Como sería una movilización contra la inflación, es un misterio.
De acuerdo a la paritaria de la Construcción, los trabajadores percibirán en ocho tramos una mejor salarial, que sumados, da el 62%. Se abonará un 10 por ciento en mayo, otro tanto en junio, un 8 por ciento en agosto, otro 8 por ciento en septiembre, en octubre y en noviembre, un 5 por ciento en enero y otro 5 por ciento en febrero. La primera cuota ya perdió frente a la suba de precios de marzo y abril, que fue del 13 por ciento. En cuanto a la proyección anual, se calcula un aumento del 70 por ciento. Una mayoría de trabajadores de la Construcción se encuentra no registrado, o sea en negro. La función política de la paritaria es bloquear una huelga general por aumentos salarios.
Si los sindicatos quieren "bajar" la inflación, no tienen otra vía que imponer la apertura de las cuentas de las empresas –en blanco y en negro. El propio Martínez, sin embargo, no pasaría el examen de sus propias cuentas personales y de los diversos emprendimientos de su sindicalismo empresarial. Una "movilización" de la CGT, en las actuales circunstancias, solamente tendría la intención de apoyar al "albertismo" contra el "cristinismo".
La burocracia sindical es un garante del acuerdo con el FMI en medio del desmadre de precios de los alimentos y los combustibles producto de la guerra. En la AmCham (Cámara de Comercio de EEUU en Argentina) Summit 2022, ante unos 800 empresarios, Martínez dijo que “la CGT defiende la institucionalidad de la figura presidencial de Alberto Fernández y de su ministro de Economía” (Infobae, 12/05).
Vuelan los atriles
Las internas en la CGT tienen un capítulo fuerte en la división entre la CATT (Moyano) y UGATT (Maturano). Máximo Kirchner está recorriendo los sindicatos bonaerenses para juntar tropa entre sus direcciones. Dada la enormidad de la crisis económica y política sólo recibe un apoyo circunstancial. Las huelgas en los hospitales porteños, de choferes, en el interior, de metalúrgicos de Tierra del Fuego, docentes en Rio Negro, señalan una ascenso huelguístico contra las paritarias de hambre.
