Hospital de Clínicas: votar a la lista 22, por el salario, contra el vaciamiento y la privatización

Escriben Daniel y Hika C.

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El próximo 12 y 13 de junio se realizarán las elecciones de comisión interna en el Hospital de Clínicas. Las mismas transcurren en medio de un deterioro constante de los salarios y condiciones laborales, por un lado, y del colapso presupuestario y financiero del Hospital, por el otro.

Asistimos a un avanzado desguace y privatización del hospital. El eje de ese proceso ha sido la fracasada política de autofinanciamiento, que colocó al Clínicas bajo la lógica de la salud como mercancía, haciéndolo funcionar como prestadora de obras sociales y prepagas. Ese proceso ha trasladado al hospital la quiebra de numerosas obras sociales, que contrataron servicios y luego postergaron sus pagos. Mientras tanto, la autofinanciación servía de pretexto para que fuera sistemáticamente recortado el financiamiento 11, que es el proveniente del presupuesto nacional. Durante la pandemia, el proceso privatista dio un salto dramático como consecuencia del cierre de las prestaciones contratadas por privados y obras sociales, particularmente PAMI. Los trabajadores, naturalmente, pagaron este desquicio con el deterioro de su salario y condiciones laborales.

En este cuadro, para la elección de Comisión Interna se presentan tres listas: la lista 8 de la burocracia peronista y actual conducción de la interna; la lista 3 de la antigua burocracia de Skandar, eyectada en 2008 tras escándalos por el manejo discrecional de horas extras; y la lista 22, en oposición a las dos burocracias en pugna, formada por la agrupación 26, la agrupación Bordó Tendencia y la agrupación Bordó del PO “oficial”.

La lista 8 del oficialismo está encabezada por la dirigente Elsa Carrizo, que fue desplazada de la comisión directiva de APUBA -el sindicato de los no docentes- en la última elección del gremio. Ahora, Carrizo no quiere perder sus fueros gremiales, ya que se encuentra exonerada por haber encabezado fiestas y reuniones sociales en los subsuelos del Hospital, durante el pico de la pandemia. La actual interna es conocida por su manejo patoteril y persecutorio al activismo, así como por el bloqueo a cualquier instancia de deliberación, como las asambleas.

Por otro lado, los que hoy se presentan como lista 3 apoyaron al privatista decreto de autogestión de hospitales Públicos en el Clínicas. Después de estar ausente en las últimas elecciones, la lista 3 reaparece en función de las luchas de camarillas universitarias entre el radicalismo, el pejota y el kirchnerismo. La 3 sirve de ariete al radicalismo, que busca despegarse del PJ y los K en el gobierno de la UBA.

La lista 3 y la lista 8 han funcionado como correa de transmisión contra los intereses obreros y la salud pública. Sus campañas electorales no aluden a las reivindicaciones obreras y sanitarias, sino a los carpetazos recíprocos, en ambos casos justificados.

En oposición a las burocracias, el hospital reconoce una historia de asambleas y autoconvocatorias masivas. Ese hilo conductor lo recoge la lista 22, formada por activistas y luchadores que han sufrido la persecución que lleva adelante la patronal y esta Comisión Interna.

Es el caso de nuestro compañero y candidato Daniel Iribarren, que sufrió un sumario y suspensión por 90 días sin percepción de sueldo por parte de la dirección del hospital y con el aval de la interna, por reclamar, al inicio de pandemia, la aplicación del protocolo ante contagios de compañeros, la falta de elementos de protección y la incorporación personal de enfermería y de servicios generales. También tuvieron lugar sanciones y persecuciones por denunciar la violación de la carrera administrativa.

Para defender la democracia sindical y las asambleas, por un salario igual al costo de la canasta familiar e indexado según índice inflacionario, por un convenio colectivo específico para la rama asistencial, que garantice tanto la carrera administrativa como la profesional, y que elimine la polivalencia funcional; por un presupuesto estatal que garantice el salario, funcionamiento y las necesidades de refacción del edificio; por la compra impostergable de elementos de trabajo y aparatología necesarios; .Para terminar con la política de privatización y desguace del hospital. Vamos por el voto al Frente de Lucha Asistencial, lista 22.

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