Declaración de ATM - Política Obrera

Subte: defendamos el salario y la salud de los trabajadores

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Los trabajadores del subte tenemos por delante dos cuestiones fundamentales en nuestra agenda de lucha: en primer lugar, la recuperación del salario, después de años de degradación. Y junto con ello, la defensa de la salud y de la vida, amenazada por la complicidad patronal y estatal ante la presencia del asbesto. ¿Con qué orientación defendemos estas reivindicaciones cruciales?

Salario

El movimiento obrero del subte tiene una larga historia de lucha y reclamo por el SALARIO IGUAL A LA CANASTA FAMILIAR. Es decir, el salario que cubre las necesidades vitales –alimentación, vivienda, educación- de la familia obrera. Esa fue siempre nuestra reivindicación. Pero, ¿Cuál es la situación que tenemos hoy?

Nuestro salario básico mínimo es de 106.000 pesos, y de 130.000 pesos de bolsillo, con adicionales. Pero la canasta familiar, calculada al mes de mayo, está en los 215.000 pesos. El sindicato acaba de recibir una oferta paritaria que implica, para los primeros 9 meses del año, una “compensación salarial” frente a la inflación del 46,5%. La inflación del año, sin embargo, ya se calcula que superará el 70 u 80%, y para la “reapertura” sólo quedará el mes de diciembre. Es decir que vamos a ver una nueva caída del salario en el subte, después de más de una década de retroceso en nuestros ingresos reales. La canasta familiar, que empezamos a alcanzar después de duras luchas en 2005/6, fue quedando cada vez más lejana.

Es necesario recuperar para nuestra organización gremial la línea estratégica de la defensa del salario mínimo igual a la canasta familiar.

Salud

La pandemia, que está lejos de haber terminado, demostró que los intereses capitalistas están por encima de la salud de los trabajadores. La lucha por la insalubridad en el subterráneo, con la conquista de la jornada de 6 horas, está más vigente que nunca. Se manifestó en la retención de tareas contra el asbesto. Sin importar la pandemia, ni los compañeros fallecidos o envenenados por el asbesto, Emova pretende elevar la productividad a costa de la salud obrera.

La insalubridad sigue siendo un reclamo central de los trabajadores. El reconocimiento de exposición al cancerígeno asbesto, confirma el reclamo. Pero no es el único agente insalubre: los niveles de ruido, el trabajo con hidrocarburos, la exposición al grafito son algunos de los ejemplos de agentes que refuerzan el reclamo. Algunos, como el asbesto, pueden ser extirpados, otros no. Pero la confirmación de estar expuesto de forma ilegal durante 2 décadas al asbesto pone al tope de la agenda la jubilación a los 55 años con 82% móvil. Una nueva reducción de la jornada por la vía de los dos francos, aunque es necesaria, no resuelve el desgaste vital provocado por el trabajo durante décadas en las condiciones estructuralmente insalubres del subte.

Congresos de bases

Para nuestra agrupación la defensa del salario y nuestra salud son los ejes que deben organizar la agenda de los trabajadores del subte en la próxima etapa. El retroceso de conquistas salariales y laborales es inseparable de la orientación de la dirección de AGTSyP, unida políticamente al gobierno y a las centrales obreras responsables de la reducción del salario en los últimos dos años; y, anteriormente, de haber convalidado las agresiones del macrismo hacia los trabajadores. De nuestra parte, luchamos por una AGTSyP independiente del Estado y de los partidos responsables de la destrucción del salario y la precarización laboral, una orientación que vuelve a refrendarse ahora con el acuerdo entre el gobierno y el FMI. El nacimiento de los Metrodelegados se forjó en la lucha consecuente contra el Estado, no en la connivencia con ese Estado y sus agentes políticos.

La grave situación que vivimos los trabajadores del subte se reproduce a escala nacional. El salario, que viene retrocediendo en al menos los últimos seis años, volverá a ser golpeado por la carestía imparable. El derecho al trabajo también se encuentra amenazado. Las centrales obreras, la CGT y las CTAs, sostienen su apoyo férreo al gobierno y al acuerdo con el FMI.

A ese compromiso de la burocracia sindical con los ajustadores, debemos oponerle la deliberación y el agrupamiento de los que luchan y queremos luchar: por asambleas generales y plenarios; por congresos de bases de trabajadores ocupados y desocupados, para preparar una lucha de conjunto en defensa del salario y del derecho al trabajo,

En el subte, es necesario una convocatoria a un plenario abierto de delegados con la previa preparación por medio de recorridas de asambleas abiertas, para rechazar lo que implicaría una nueva confiscación al salario y votar un plan de lucha. Por un aumento inmediato que reponga la pérdida salarial de los últimos años y a partir de allí, un régimen de indexación automática frente a la inflación imparable.

Nuestra agrupación ATM, lucha por recuperar también el verdadero significado del sindicalismo clasista. El clasismo en el subte es oponer la defensa consecuente del salario a la carestía; la vida de los trabajadores al régimen de insalubridad permanente; la independencia frente al Estado frente a los agentes sindicales del gobierno.

Rechazamos la desnaturalización de esta lucha por parte de quienes han sumido a los activistas en disputas de carácter faccional, incluso en nombre de banderas de “Izquierda”. Te invitamos a debatir este programa de lucha, y a organizarte con nosotros para recuperar a AGTSyP a una política de defensa incondicional de los trabajadores.

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