Escribe Federico García
Por la autonomía política del movimiento estudiantil.
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La conducción del centro de estudiantes del Otto Krause promueve que los estudiantes voten un estatuto que reglamentará la vida y funcionamiento de la organización estudiantil.
El proyecto marca en todas sus dimensiones la disolución del centro como herramienta gremial democrática y de defensa de los derechos de los estudiantes.
El estatuto, que reglamenta la elección anual para las secretarías del centro, delegados y subdelegados, otorga a la conducción el derecho de remover a los secretarios que votó el alumnado.
Esta atribución convierte a la dirección del centro en un aparato burocrático, que estaría en condiciones de castigar las disidencias, destituir a la minoría y desconocer la voluntad de los estudiantes. Para quienes hoy dirigen el centro del Otto Krause sus miembros son los secretarios y su conducción, no el conjunto de las y los estudiantes. Lo entienden como algo ajeno, separado.
El proyecto desconoce el carácter sindical y militante con el que nacieron los centros de estudiantes, ya que prohíbe la filiación política de los estudiantes que participen de él. Este estatuto hubiera expulsado del centro a los estudiantes “politizados” que masacró la dictadura. Proponen esterilizar la organización estudiantil quitándole su funcionamiento democrático y toda autonomía frente a las autoridades.
Este intento de vaciar de contenido político e ideológico los centros de estudiantes es sin embargo una férrea postura política. ¡El estatuto no se pronuncia por la defensa de la educación pública porque no se pronuncia por su gratuidad! Es la política que defienden los “asesores del PRO”, que promueven la subordinación de los centros a las autoridades escolares.
Se esconden en el “apoliticismo” pero es una farsa. La proscripción política e ideológica es selectiva. El "desprecio" por la política termina pronto para la conducción del centro que anuncia que será recibida por Jorge Macri, el jefe de gabinete del Gobierno porteño. "El primo del ex presidente Mauricio Macri", destacan desvergonzadamente en el comunicado que anuncia el encuentro.
Si el centro de estudiantes se reúne con Macri, antes debe llamar a una asamblea de los tres turnos que vote un pliego de demandas: becas para el alumnado, nombramiento de los docentes que faltan, calefacción de las aulas, viandas de calidad, abajo las pasantías truchas que nada tienen que ver con la formación, mantenimiento del edificio.
Los estudiantes pueden acompañar a la conducción del centro y concentrarse ante el Ministerio mientras transcurre la reunión. La conducción debe rendir cuentas de lo que discute con los funcionarios.
El estatuto propuesto disuelve el centro como organización de defensa de los derechos de los estudiantes. Anula el derecho a deliberar y disentir. Pretende negar que el derecho a la educación es una cuestión política y que su defensa incluye la denuncia de quienes asfixian la educación pública, recortan el presupuesto y derivan los recursos a subsidios para la educación privada.
Llamamos al estudiantado del Otto Krause a rechazar este estatuto antidemocrático y privatizador. Los centros de estudiantes son organismos de lucha, no de sometimiento a las autoridades.
Unidad docente estudiantil contra el gobierno de Rodríguez Larreta, que avanza sobre los derechos de la docencia y pretende convertir a los estudiantes en mano de obra gratuita para sus empresarios amigos.
La juventud organizada en los centros de estudiantes debe estar más activos que nunca para defender la educación pública, víctima del ajuste pactado con el FMI.