Acción de lucha de los trabajadores de la Terminal 5 del puerto

Escribe Lucas Benvenuto

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Los trabajadores de la Terminal 5 del Puerto de Buenos Aires protagonizaron una nueva jornada de lucha el pasado jueves 30, para exigir a la AGP (Administración General de Puertos) la instrumentación inmediata de la orden del Ministerio de Transporte que establece que la carga que ingrese al Puerto de Buenos Aires sea repartida entre las 5 terminales, es decir, retrotraer el funcionamiento del puerto a abril del 2021.

La convocatoria del cuerpo de delegados de la Terminal 5 contó con la presencia de al menos 100 trabajadores de la terminal y algunos delegados de otros sindicatos portuarios, los cuales luego de una asamblea decidieron cortar el ingreso a las terminales 4 y 5 durante algunas horas. El conflicto ya lleva casi 2 años y es consecuencia de que el Gobierno Nacional no renovó la concesión a la empresa BACTSSA (China) quedando más de 800 trabajadores sin poder cobrar el 100% de sus salarios.

El Gobierno Nacional, sin recurrir a una licitación, dejó afuera de un negocio que factura U$S 75 millones anuales al holding chino (única terminal china que opera en América Latina) que realiza sus operaciones en el muelle desde 1994, cuando se privatizó el Puerto. El 30 de abril del 2021, sin recurrir a una licitación y por instrucción del Ministerio de Transporte, la AGP (cuyo interventor es José Beni, el dirigente del Instituto Patria que también tiene a cargo la gestión de la Hidrovía) decidió mediante dos adendas prorrogar hasta 2024 los contratos de cuatro de las cinco terminales que operan dos empresas (TRP del pulpo Dubai Ports World una firma de Emiratos Árabes asociada a nivel local con el empresario Alfredo Román y APM perteneciente a la naviera danesa Maersk), absorbiendo la carga de una de ellas (la número 5), donde funcionaba la empresa Bactssa, cuyo contrato terminó en mayo del 2021, pero que se mantiene en el lugar a partir de una cautelar favorable que recibió en la Justicia.

Es evidente que el conflicto se encuentra en un total impasse. La multinacional de capitales chinos prefiere quedarse sin operar en la Terminal 5, perdiendo cerca de 5 millones de dólares, entre impuestos, tasas portuarias y en menor medida los sueldos de un poco más de 800 trabajadores, a la expectativa de un desenlace judicial favorable. El gobierno nacional, por su parte, tampoco implementa en forma definitiva -ya sea por intermedio de la aduana o la AGP- la operación de la Terminal 5. Los distintos sindicatos y federaciones portuarias les han soltado la mano a los trabajadores de la Terminal 5 porque son ellos mismos los beneficiarios del reparto de la carga en las demás terminales.

En este cuadro los trabajadores no pueden quedar presos de las distintas maniobras del gobierno, las empresas y los sindicatos. El reclamo del reparto de la carga que ingresa al puerto, principal reclamo de los trabajadores, podría ser ligado a que el Estado se haga cargo de la operación de la Terminal 5 reconociendo el salario de convenio de los trabajadores y el pase a planta permanente de los tercerizados. Para esto, y aunque los salarios con horas extras de los demás trabajadores de las otras 4 terminales estén muy por encima del promedio del resto de los trabajadores, es necesario su solidaridad sumándose a las acciones de lucha de los trabajadores de la Terminal 5.

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