Se puso en marcha la contrarreforma del Estatuto en CABA

Escribe Ana Belinco

La degradación educativa avanza.

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Según Infobae, poco más de 1.800 docentes porteños se anotaron para los cursos que permitirán concursar por los 411 cargos que se abrirán desde el ciclo lectivo 2023, producto de la contrarreforma del Estatuto que se aprobó en la legislatura porteñas hace menos de dos meses. De ellos, mil fueron los seleccionados en base a su puntaje hasta el momento por experiencia y capacitaciones y ya comenzaron las clases en la Escuela de Maestros, fuera de su horario laboral, con una duración total de 100 horas cátedra.

El portal de noticias brinda estos datos como muestra de que "los docentes se disputan los nuevos cargos" porque quieren tener una mejor remuneración sin salir del aula, por lo que sería un éxito la medida tomada por el Ministerio de Educación porteño. La ministra Soledad Acuña sostuvo: “que se hayan agotado los cupos confirma las ganas y la necesidad que había de tener una opción más de crecimiento". “Los nuevos roles nacen de la necesidad de fortalecer los procesos de enseñanza y aprendizaje de contenidos nodales y significativos y de la demanda del sistema educativo de contar con nuevas oportunidades de desarrollo profesional”, explicaron desde la cartera educativa (Infobae, 22/7).

Pese al "optimismo" de los funcionarios, los datos dan cuenta de que, en un cuerpo docente que en la Ciudad de Buenos Aires supera los 80 mil trabajadores, la inscripción de 1.800 es una muestra marginal. Más que un “éxito”, el número da cuenta de que esta medida fue repudiada por la docencia. Recordemos que se aprobó en una legislatura vallada y con represión, en el marco de un paro docente del 80% de acatamiento.

Al mismo tiempo, expone la pauperización de la docencia de la Ciudad “más rica del país”. La zanahoria de una remuneración mayor -que rondaría el 20%- sin salir del aula puede llegar a atraer a muchos docentes, dado que la mayoría tenemos que trabajar entre dos o tres cargos para llegar a fin de mes. Lo que va a suceder en la práctica es que, lejos de significar un incremento del salario o "un crecimiento profesional", lo que va a haber es una intensificación del trabajo, porque a todas las tareas pedagógicas y administrativas que ya cumplimos, a los docentes que se desempeñen en esos nuevos cargos se les va a imponer nuevas tareas apuntadas a un mayor control por parte del Ministerio sobre las conducciones y el resto del cuerpo docente. El gobierno porteño, responsable de la miseria salarial de la docencia, es incapaz de dar respuesta a la falta de 50 mil vacantes en las escuelas públicas mientras que en la zona sur de la Ciudad hay grados enteros sin maestro a cargo.

Profundizar la organización en las escuelas en rechazo a esta reforma del estatuto y a estos cargos de creación, que no sólo no resuelven ninguno de los problemas reales que existen sino que son parte de una avanzada contra los profesorados, contra las condiciones laborales y a favor de una mayor regimentación ministerial sobre las escuelas. Necesitamos mejorar nuestras condiciones salariales y defender nuestro convenio colectivo de trabajo, por la reapertura de las paritarias y por todas nuestras demandas.

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