10 de agosto: todos con la huelga docente contra la represión

Escribe Mariano Hermida

Tiempo de lectura: 2 minutos

La CTERA ha anunciado la convocatoria a un paro nacional docente de 24 horas para el próximo miércoles 10 de agosto. En los días previos había llamado a una “Jornada nacional de protesta”, pero la combatividad creciente que se expresa en las huelgas y movilizaciones docentes que recorren el país obligó a la central a transformar la “jornada” en un paro. Será el primero en la era de los Fernández.

El comunicado que difunde la CTERA coloca en primer lugar el reclamo de la absolución de Santiago Goodman, ex secretario general de ATECH, recientemente fue declarado culpable por la justicia que responde al gobierno de Arcioni, por haber participado en movilizaciones a la Legislatura de la provincia, en ocasión de huelgas y movilizaciones docentes por aumento salarial. Arcioni es uno de los gobernadores que apoyan a Sergio Massa, flamante “Súper Ministro”. Una crisis política mayúscula. Pero la condena a Goodman no es una excepción. En Mendoza, la policía de Súarez detuvo al Roberto Macho, secretario general de ATE, por realizar cortes de calle. En Santa Cruz, Alicia Kirchner amenaza con quitarle la personería al sindicato ADOSAC por no acatar su conciliación obligatoria trucha. Todos estos atropellos pretenden disciplinar al conjunto de los trabajadores con el código penal en la mano, criminalizando la protesta social, que está en aumento. ¿Condenarán a todos los docentes del país que de ahora en más paren y se movilicen contra el ajuste? Hay nada menos que diez provincias atravesando procesos de lucha de la docencia, con paros y movilizaciones.

En el texto de convocatoria al paro nacional, la Junta Ejecutiva CTERA enuncia una serie de puntos reivindicativos vagos. Se pide la “reapertura de las paritarias”, pero no hablan de montos concretos; se evita mencionar el rechazo a la implementación de la quinta hora en la escuela primaria, etc. El paro convocado por la burocracia kichnerista tiene por objetivo “descomprimir” la bronca que crece en las escuelas por el deterioro salarial a causa de paritarias firmadas por la propia CTERA y el gobierno, que pierden minuto a minuto contra la inflación. Se anuncian movilizaciones en las provincias, para evitar la confluencia de toda la docencia en una movilización contundente al centro del poder político. Los Alesso, Baradel y cía, no sacan los pies del plato del gobierno de los Fernández, que acaba de anunciar un tarifazo en regla para los trabajadores y que sólo tiene en mente reunir los dólares necesarios para cumplir con los bonistas y tenedores de deuda.

Para la docencia, un paro masivo será una excelente oportunidad para colocar en la agenda nacional los reclamos de los trabajadores de la educación. Por un aumento general del 100%, por un salario mínimo que cubra el costo de la canasta familiar por cargo, contra la implementación de la 5ta hora en la escuela primaria, en defensa de los regímenes jubilatorios docentes, contra la persecución a los luchadores y por el triunfo de todas las huelgas docentes en curso.

El paro nacional docente, es el primer paso para que la docencia, mediante auto convocatorias, plenarios de delegados con mandato y congresos provinciales construyan una huelga general que logre imponer el conjunto de los reclamos planteados.

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