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Transcurrida la segunda semana de paros del 10 y 11 de agosto pasado y la enorme movilización provincial, las conducciones sindicales sumen el plan de lucha votado por la docencia en un imperdonable planchazo de toda una semana.
La tardía convocatoria a asamblea provincial recién para el 18 implica la suspensión de las medidas por una semana, tiene el claro propósito de enfriar la lucha y otorgarle más plazos al gobierno discontinuando la huelga. La conducción provincial busca aplacar a las bases, cada vez más decididas a enfrentar la demolición salarial y el ajuste.
Los sectores y seccionales de oposición se han limitado a un reclamo formal de asamblea, actuando del mismo modo que la conducción Celeste frente al gobierno, cuando le solicita la convocatoria a la paritaria. La tregua de esta semana ha unificado a la oposición y oficialismo en cuanto a un planteo genérico de apertura de paritaria, sin fijar el reclamo.
Mientras tanto la inflación rompe todos los récords: marcó 7,4% en julio y superará el 80% anual.
La burocracia celeste de Amsafe, busca tirar hasta fin de año, pactando -como ha solicitado Yasky- un “reajuste” trucho, un bono en negro, que consagre la pérdida salarial. La CTERA fijó ya una pauta de miseria en junio, con más cuotas y sumas en negro, para tirar a diciembre con un salario mínimo nacional de indigencia de 68 mil pesos; respaldan el ajuste del gobierno nacional y de todos los gobernadores. Por eso, el pliego levantado por CTERA en la convocatoria al paro nacional del 10 de agosto omitió el reclamo de aumento de salarios.
La mera petición de apertura de paritaria y los paros aislados van en esa línea. Es necesario fijar el reclamo y la continuidad, profundizando la lucha, para que no sea conducida por la burocracia hacia una nueva entrega.
Docentes y estatales sabemos que para torcer el brazo a Perotti y al programa ajustador de Massa, debemos coordinar y unificar nuestras luchas y reclamos en un congreso de trabajadores docentes, estatales y de la salud; para preparar la huelga general y llevar a la victoria nuestra lucha.
