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La patronal de la empresa Dánica (margarina) ha anunciado la suspensión de la producción desde el 31 de agosto por falta de insumos importados. La empresa responsabiliza al gobierno, mientras la federación aceitera, donde se inscriben gremialmente los trabajadores, ha declarado el estado de alerta en las dos plantas de la empresa.
La patronal cordobesa -el grupo Beltrán-, de fuerte incidencia en el mercado de las carnes, afirma que por las restricciones cambiarias se ha bloqueado el acceso a insumos básicos como PKO, estearina de palma y almidón y que ha consumido el total de su stock de materia prima.
Por su parte, los trabajadores no observan que esté agotado el stock. Rechazan el anuncio y exigen el pase a convenio de los tercerizados que ya han cumplido periodo de prueba y de aquellos que lo cumplirán a partir del 31 de agosto. “Estamos siendo rehenes de un conflicto político entre las patronales y el gobierno nacional”, explicó a Política Obrera uno de los delegados de la planta de Buenos Aires.
Estos conflictos marcan el impasse del gobierno. Todas las variables de la crisis maduran rápidamente y conducen a una lucha general de la clase obrera.
