Docentes CABA: Larreta y Acuña pretenden reducir el plantel docente

Escribe Darío Molinari

Tiempo de lectura: 3 minutos

El gobierno de la CABA lanzó un nuevo ataque contra la docencia y toda la comunidad educativa. Luego del receso invernal, comunicó, a través de las Supervisiones Escolares su intención de pasar escuelas de jornada simple a jornada completa, en varios distritos, a partir de septiembre de este año.

Con esta medida, el gobierno dejará sin empleo a la mitad del plantel docente de esas escuelas. Como temen una rebelión, en un cuadro de deliberación, han decidido concretar los ceses de suplentes e interinos, en febrero del próximo año. Si bien parte del plantel titular podrá acceder a los cargos de completa, otro sector en la misma situación pasará a estar en disponibilidad. Esta figura (de docente en disponibilidad) permite la percepción de haberes durante un año cumpliendo horarios en algún establecimiento. Durante el transcurso de ese tiempo, el gobierno está obligado a ofrecer un nuevo cargo titular. Sin embargo, se trata de pan para hoy y hambre para mañana. La oferta de cargos de jornada simple, se verá reducida. Es que, Larreta y Acuña, avalados por la Ley de Educación Nacional, quieren convertir en jornada completa la mayor cantidad de escuelas. Bajo esta situación, varios docentes perderán su cargo o cargos titulares.

El gobierno intenta presentar esta reducción de personal como una mejora en la calidad educativa de los niños y niñas, luego de la pandemia. Sin embargo, se trata de un embuste. La extensión del horario escolar que supone la transformación de una escuela a completa, no contempla la diversidad y trayectoria escolar de niños y niñas que por diversos motivos (incluidas las terapias) no pueden asistir a una jornada escolar tan extensa. Además, las escuelas que han decidido cambiar de modalidad, no cuentan con las condiciones edilicias de infraestructura necesarias para desarrollar comedores escolares. El almuerzo que les darán al alumnado, será a través de viandas calientes, que un camión de una empresa concesionaria llevará al establecimiento escolar.

El apuro por cambiar la modalidad, para el mes de septiembre, tiene que ver con que el gobierno nacional ha comprometido fondos presupuestarios para ejecutar dicha medida. Pero, eso no es todo. El combo se completa con la implementación de la quinta hora en algunas escuelas ´piloto´ de jornada simple. Algo que el GCABA, había descartado en un primer momento.

Reformas en beneficio del capital

Estas medidas benefician directamente al sector privado. En primer lugar, porque refuerzan la necesidad en la docencia de obtener puntaje, en este caso para mantener la condición de titular, empujando a trabajadores y trabajadoras de la educación a los cursos, diplomaturas y licenciaturas aranceladas, que generalmente otorgan mayor puntaje. Por el otro, contribuyen al traspaso de docentes del estado al sector privado, en búsqueda de estabilidad. También, con la reducción a la mitad de la cantidad de cursos, profundizarán la falta de vacantes, que ya se cuenta de a decenas de miles, en las escuelas primarias de gestión estatal, engordando de este modo la matrícula de las escuelas privadas.

La quinta hora, por otra parte, no solamente lleva a la docencia a ritmos de trabajos insoportables, extendiendo la jornada laboral, sin contar el viaje, a más de 10 horas diarias. El incremento de las horas escolares, también, forma parte de las presiones que ejerce el capital para aumentar la jornada laboral a otros sectores de trabajadores. La escuela, después de todo, cumple un rol de organización social. Esto quedó demostrado en el transcurso de la pandemia. En aquel momento, la clase capitalista bregaba por la apertura escolar, para finalizar las licencias y dispensas de un gran número de trabajadores con hijos en edad escolar.

Conclusiones

El pasaje de modalidad de simple a completa, no debe ser entendido, como dice la conducción de UTE, como un simple marketing para la campaña electoral. Debe ser analizado y debatido por la docencia en el cuadro en el que los gobiernos profundizan un ajuste. El intento de reducir el déficit fiscal trae aparejado no sólo el congelamiento salarial, sino también la reducción de personal, en este caso la mitad del plantel docente. Por eso, la medida cuenta con el apoyo financiero del gobierno nacional, a través de partidas presupuestarias.

A la reforma del Estatuto del Docente y la precariedad laboral, se suma ahora la pérdida de puestos de trabajo. La brutalidad del ataque es inversamente proporcional a la pasividad de los sindicatos. Es necesario dar una respuesta de conjunto como gremio. Impulsemos asambleas por escuelas y distritos, junto a las familias en defensa de la jornada simple y el rechazo a la quinta hora con un plan de lucha votado desde las escuelas. Se impone la necesidad de una asamblea general del gremio con mandatos, en la perspectiva de una huelga general para derrotar este ajuste, no podemos esperar a que estas modificaciones se implementen para salir a luchar. Pongamos manos a la obra por la defensa de los puestos de trabajo y todas nuestras reivindicaciones.

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