Siderúrgicos: asambleas para preparar la huelga por el salario

Escribe Christian Miguez - Miembro de la Comisión Interna Acindar Villa Constitución

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Las paritarias siderúrgicas siguen empantanadas, a un mes de iniciadas las mesas de negociación. Los empresarios se niegan a reabrir la discusión, amparados en el acuerdo firmado con Caló en marzo, donde se fijaba un aumento del 45% en tres tramos que finaliza en octubre y una cláusula de revisión en noviembre. El próximo 26 de agosto se realizará una nueva audiencia con la conciliación obligatoria al borde del vencimiento.

La reapertura planteada por la actual dirección de la UOM es replicar lo acordado en la rama metalúrgica, esto es adelantamiento del último tramo y agregar dos cuotas más para cerrar el 2022 con un 65% de aumento en cinco tramos, lejos de lo que se proyecta como inflación para el año, y sigue sin recuperar el poder adquisitivo que venimos perdiendo hace años.

Los empresarios dicen que no están en condiciones de afrontar ese aumento, situación totalmente falsa ya que durante la pandemia estas empresas han visto incrementadas sus ganancias, una situación que se sostuvo durante el primer semestre del 2022 hasta hoy. El objetivo de las patronales, en realidad, es presionar al gobierno para conseguir mayores beneficios (tipo de cambio diferenciado, subsidios energéticos, beneficios impositivos) como logran habitualmente.

La discusión paritaria debería servir para recuperar el poder adquisitivo histórico que tuvieron los metalúrgicos, empezando por garantizar que de bolsillo el trabajador en la categoría inicial cubra el valor de la canasta familiar -$ 160.000 según CESyAC- y con indexación automática mensual.

Mientras la discusión paritaria se siga manteniendo como hasta ahora, sin consulta a los trabajadores, sin siquiera compensar los desfasajes inflacionarios, eliminando las categorías más bajas y sosteniendo la gran mentira que es el IMGR -el ´ingreso mínimo´ de subsistencia que reciben las categorías más bajas- seguiremos inmersos en una trampa creada para incentivar la flexibilización y la inevitable situación de terminar realizando horas extras para poder sobrevivir.

Ante el vencimiento de la conciliación obligatoria ya no les quedan excusas a Abel Furlán (Campana) ni a Naldo Brunelli (San Nicolás) para realizar un paro.

Los trabajadores debemos exigir la realización de asambleas en todas las plantas para discutir y elaborar el reclamo genuino de los trabajadores, ya que el planteo original sigue quedando corto contra la inflación, no compensa lo perdido y seguirá dejando compañeros por muy por debajo de la canasta familiar. Además, resolver un real plan de lucha no solo por la reapertura sino también para que en adelante se discuta una única paritaria donde todas las ramas podamos pelear en simultáneo.

Ante la miseria y desidia patronal debemos responder con organización.

Asambleas, paros y bloqueos en cada una de las plantas es la respuesta que debemos dar.

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