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El miércoles 30 de agosto se produjo un masivo paro docente en el distrito de Almirante Brown, en apoyo a las docentes de los jardines 904 y 959, de Glew. El día anterior se había registrado un furibundo ataque a las docentes por supuestos abusos, que incluyó golpes y destrozos.
Este ataque se suma al que hace pocos meses había sufrido el Jardín 937, también de Alte. Brown. En esa oportunidad, el sindicato se limitó a organizar un “abrazo a los jardines” y un pequeño acto en la plaza de la escuela, lejos del poder político. Frente a estos hechos, las maestras del nivel inicial empezaron a convocar por redes sociales a un paro para el día siguiente. La presión obligó a los sindicatos del FUDB a llamar a un paro distrital al día siguiente. El paro tuvo una adhesión altísima en todos los niveles y fue acompañado de una importante movilización a Jefatura distrital. Previo a la movilización, los sindicatos leyeron un petitorio en el que le pedían a Jefatura la creación de una mesa distrital de trabajo, al mismo tiempo que limitaban el reclamo al nivel inicial y al distrito de Alte. Brown. Ante el nulo pedido de acciones inmediatas y esta maniobra para desunir el reclamo, las docentes enfrentaron al Secretario General exigiendo paro provincial.
La delegación que ingresó a la jefatura distrital fue acompañada por cánticos que reclamaban el paro provincial y que la Jefa del distrito, Centurión, saliera a dar explicaciones. El ambiente se caldeó aún más cuando el secretario general del SUTEBA salió de la reunión e informó que la mesa se iba a reunir recién el 8 de septiembre, es decir que no había continuidad del paro y las maestras agredidas debían concurrir al día siguiente a su lugar de trabajo. Nada se dijo de brindarles apoyo médico y psicológico o ART. La jefa distrital también se vio obligada a salir, pero fue repudiada por las docentes.
Frente a esta situación se organizó una asamblea en la que las compañeras plantearon la necesidad de continuar con las medidas de fuerza.
Desde Tribuna Docente Tendencia intervenimos planteando que este problema atraviesa a todos los niveles y modalidades, además de ser un problema de carácter general. Señalamos que los ataques a la docencia se enmarcan en un ataque del gobierno a la escuela pública, con recortes, salarios a la baja, reformas curriculares que profundizan aún más la transformación de la escuela en un depósito de chicos, vaciando de contenido la educación pública y gratuita, a la vez que se busca precarizar la labor docente, con planes y programas por fuera del estatuto. Señalamos la importancia del paro surgido de las bases que obligó a las dirigencias a plegarse a lo que ya era un hecho: las jardineras iban a parar. También expresamos la necesidad de multiplicar la organización a través de autoconvocatorias y asambleas como la que se estaba dando e ir aumentando los apoyos hacía un paro provincial. En este sentido se votó convocar a una asamblea para el jueves 1 en las puertas del colegio Nacional para discutir las acciones a seguir adelante.
La docencia, a pesar de la dirigencia, sale a luchar.
