La docencia cordobesa se suma a la lucha

Escribe Corresponsal

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El miércoles 31 se realizó un paro de 24 horas con movilización a la capital cordobesa de los docentes públicos y privados de la provincia. Fue catalogada como “multitudinaria” y “una de las más convocantes de los últimos años” por los medios de mayor llegada.

La semana pasada, en asambleas por escuela, la docencia votó de manera categórica rechazar la oferta miserable de Schiaretti y su ministro de Educación Grahovac de 38% en cuatro tramos hasta enero. Grahovac dijo que “acordamos con todos los gremios estatales estas mejoras y todos ya han cobrado el aumento” (La Nueva Mañana, 31/08). Docentes que recién inician, con este aumento, hubieran conseguido arañar apenas los $85 mil, menos de la mitad de lo que cuesta la canasta familiar, calculada en $190 mil.

Los educadores cordobeses cobramos por debajo de la línea de pobreza. El paro del miércoles revela las enormes reservas de lucha en el gremio: la docencia ha desautorizado a la burocracia de los distintos sindicatos estatales que aceptaron propinas de aumento paritario.

La masiva movilización logró desbordar los límites impuestos por la burocracia Celeste, conducida por el kirchnerista Juan Monserrat, quien no pudo decir dos palabras seguidas por los abucheos que reclamaban que se vaya. El secretario general de UEPC tuvo que bajarse del palco y retirarse escoltado por el repudio generalizado que provocó su presencia al intentar cerrar la jornada.

Los maestros y maestras cordobeses salimos a la calle pese a la amenaza de descuento de los días de paro, a enfrentar el ajuste de salarios y presupuestos educativos, convencidos de lograr el triunfo. Necesitamos una huelga general que unifique a los docentes de todo el país para derrotar el ajuste del gobierno.

Votemos un plan de lucha que prepare la huelga general frente a las dilaciones de Schiaretti y la burocracia de UEPC.

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