Clínica Fátima. Ataque patronal al personal en mayor riesgo

Escribe Sebastián Chirino

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Las autoridades de la clínica Fátima han decidido reabrir sus puertas tras el cierre temporario por el contagio de una enfermera.

En un contexto de profunda angustia, los trabajadores de la clínica, que en muchos casos no saben todavía si pueden estar contagiados, recibieron un comunicado amenazador. Las autoridades sanitarias, del municipio o de la clínica, no han dado ningún tipo de contención psicológica, ni de ningún tipo.

“Se le hace saber al personal de clínica Fátima de Pilar, que, en atención a que los servicios prestados por esta empresa se encuentran alcanzados por la excepción del cumplimiento del aislamiento social preventivo obligatorio dispuesto por el Dto. 297/2020 art.6 punto 1) , por considerarse esencial para enfrentar la epidemia, todo el personal de la clínica deberá tomar servicio en sus horarios habituales, bajo apercibimiento de adoptar las sanciones que correspondan, incluyendo el despido y comunicación a las autoridades pertinentes, responsabilizándolo por cualquier daño a la salud de la población que su incumplimiento genere en la población hospitalaria”.

Se trata de una provocación que endilga la responsabilidad a los trabajadores, que fueron expuestos a jornadas extenuantes, sin las condiciones mínimas de seguridad e higiene, sin ningún tipo de información.

El comunicado dice, al pasar, que “la empresa le proveerá de todos los elementos de seguridad que esta emergencia requiere”, aunque la principal denuncia de los trabajadores es que no contaban, precisamente, con los insumos mínimos. Al final de su texto, la empresa advierte que “asimismo le hacemos saber que en cualquiera de los casos [de ausencia] Ud. pierde el derecho a percibir sus salarios”.

En el texto también se intenta imponer una mordaza por demás signficativa: “Le informamos que deberán abstenerse de todo comentario en las redes sociales o en cualquier otro medio, respecto a la Institución y las actuales circunstancias, en virtud de la confidencialidad de la práctica médica”. La patronal ha declarado el estado de sitio que el gobierno no tiene los medios de imponer.

El comunicado de la patronal no es un exabrupto. Las políticas antisindicales son una moneda corriente en la mayoría de los centros de salud privados. Los trabajadores que intentan afiliarse al sindicato son despedidos o perseguidos.

Es necesario que se garanticen de forma plena los derechos democráticos y de organización sindical de los trabajadores de la Clínica Fátima.

En el marco de la actual crisis sanitaria y social, el derecho de organización de los trabajadores de la salud incumbe a toda la población trabajadora. Las condiciones de trabajo en los centros de salud, que solamente se puede conseguir con la organización independiente de los trabajadores, garantizará mejores condiciones de atención.

Plenos derechos de organización y deliberación. Abajo la persecución a los trabajadores de la clínica Fátima.

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